SOCIEDAD › POR QUE KAIXIAN CHEN
Pasión en castellano
Por A. G.-Y.
Es traductor de la obra de Jorge Luis Borges al chino. Habla un castellano claro, pronunciando la zeta española mezclada con un acento oriental (ese problema de las l y las r que se cruzan). Pasó por Buenos Aires en la segunda quincena de noviembre y luego de una “Jornada de Homenaje” a Jorge Luis Borges, organizada por la Universidad de Belgrano, se marchó a Rosario para hablar de la educación en China, conferencia que repitió en el Ministerio de Educación, en Buenos Aires.
El profesor Kaixian Chen, 59 años, pasó unos agradables días de primavera en la residencia de profesores visitantes de la Universidad de Belgrano tratando de establecer un equilibrio entre su visión oriental de Borges con su encuentro con el Buenos Aires de Borges. Vino para dar esa conferencia y hablar con colegas sobre literatura latinoamericana, para tratar de contactar autores, y se reunió con un editor porteño. Accidente o ironía, sus anfitriones de la Universidad de Belgrano no tienen facultad de letras, si bien existe una carrera de traducción.
Profesor titular en la Universidad de Nanjing, catedrático de literatura española e hispanoamericana, director del Centro Cervantes en Nanjing, con largas residencias en España, Chile y México, para sus estudios de literatura Kaixian Chen ofrece un extenso currículo de funciones y estudios sobre la lengua y literatura hispanoamericana.
En su abundante bibliografía hay un libro sobre Cervantes para lectores chinos (“es más fácil de entender que Borges. Pero no es fácil alcanzar lo profundo de sus obras, del Quijote”); traducciones de y ensayos sobre Borges, y traducciones de otros escritores de la región. Está escribiendo un libro sobre la novela latinoamericana (excepto Brasil), sobre los principales autores de la región desde el “boom” desde el ‘69.
Durante su estadía en Buenos Aires, un colega de la embajada de China -donde halló un compañero de estudios y “dos pupilos”– lo llevó a pasear por “los lugares predilectos de Borges”.
En el mundo universitario local, la visita de Kaixian Chen enfatiza dos conflictos. Uno es el problema de las visas para estudiantes chinos que quieran venir a estudiar a la Argentina. Por un problema que parece tener sus orígenes en la Guerra Fría, nuestra Cancillería es reacia a admitir a estudiantes chinos para estudiar en centros locales (mientras que EE.UU. los recibe con agrado). A su vez, esos centros, especialmente los privados, se desviven por atraer estudiantes de afuera para que cubran sus gastos con divisas, y por ello el afán de la Belgrano por traer a Buenos Aires a Chen.
El segundo problema es más sensible y el profesor Chen fue muy discreto al hablarlo, únicamente en reuniones sociales y nunca en lugares públicos, ni en entrevista. Dijo que los niveles de estudio en maestría en la Argentina no están al nivel buscado por estudiantes chinos, que prefieren dirigirse a universidades en España o México. Con una sonrisa y enorme cortesía hizo saber que la oferta en maestrías argentinas no estaba a nivel internacional. Y basta, no explicó más.