SOCIEDAD › RETRATO Y CONTRASTES DE UNA PAREJA REAL
“Guillermo el Tonto”
Su afición a la popular bebida alcohólica le valió el apodo de “Príncipe Cerveza” en la década de los ochenta. En 1993 recibió, además, el título popular “Guillermo el Tonto”, cuando la Universidad de Leiden se negó a publicar su tesis de licenciatura en Historia, de sólo sesenta páginas.
El premiado escritor holandés Jeroen Brouwers desató la furia de la reina Beatriz hace algunos años cuando en un texto antimonárquico se burló de su hijo mayor, el príncipe Guillermo Alejandro, al sentenciar que “tiene la presencia intelectual de una lechuga”.
Guillermo Alejandro, el heredero al trono de Holanda, nunca gozó de gran prestigio y cariño entre la población holandesa, en parte porque parecía preferir los contactos con el jet set internacional a un periódico baño de pueblo en su propia tierra. Pero los holandeses se mostraron dispuestos a olvidar sus excesos y deficiencias cuando conocieron a la mujer que había elegido para convertirse en su esposa.
El príncipe es el primogénito de la reina Beatriz y de Claus von Amsberg, de origen alemán. Adquirió automáticamente el título de Príncipe de Orange cuando su madre ascendió al trono en 1980. Estudió el bachillerato internacional en el Atlantic College de Gales y se graduó como licenciado en Historia de la Universidad holandesa de Leiden. Además, consiguió el diploma de piloto militar en la Real Fuerza Aérea. Le gusta practicar una variedad de deportes que van del tenis al patinaje. Protagonizó un escándalo cuando ofreció como “fuente fidedigna” una carta del dictador Jorge Videla en un diario, donde se minimizaba la represión en Argentina. Para exculparlo, Máxima dijo a la prensa en un fluido holandés: “Estuvo un poco tonto”. Así, sin quererlo, contribuyó a perpetuar su apodo.