SOCIEDAD
La cambiante explicación de la familia
Aquí, el historial de las declaraciones de Horacio García Belsunce (h), convertido en vocero de la familia de María Marta.
- “Todo esto es muy extraño. Creo que todos cometimos un error muy grande en creer que había sido un accidente. No sabemos por qué la mataron. Nadie se la tenía jurada. Todos son sospechosos” (11 de diciembre).
- “No sé cómo me comí esta galletita. Compré la versión del accidente. Me la imagino a María Marta en el cielo diciéndome: ‘Sos un boludo. ¿Cómo te pudiste comer que fue un accidente?’ No voy a descansar hasta saber lo que pasó” (11 de diciembre).
- “No descarto ninguna hipótesis. Que haya sido un profesional, pero ¿por qué limpió todo? No había ni un papel corrido de lugar. Me importa un carajo quién fue. Sea quien fuere, lo quiero ver preso” (12 de diciembre).
- “No vi nada en el cuerpo. Estuve acariciándola en el velatorio, mirándola, pero siempre del lado derecho y todo esto fue del izquierdo. Igual no me hubiera dado cuenta, porque para darme cuenta tenía que meter la mano en el pelo. Por eso no se dio cuenta Carlos cuando la sacó de la bañera. Los médicos que la vinieron a socorrer tampoco lo percibieron” (13 de diciembre).
- “La mató alguien que no es de la familia. Es una inmundicia que quieran ensuciar nuestro nombre. Cometimos errores, pero no estamos implicados. El médico de la primera ambulancia nos dijo: ‘Es un accidente. Laven las manchas porque les van a causar una terrible impresión a la familia’. El otro médico, en cambio, declaró que nos dijo que no era un accidente y que no tocáramos nada... Pero nos consultamos entre todos y resultó que no habló con nadie” (14 de diciembre).
- “No quiero que se confundan los errores involuntarios de una familia obnubilada por el horror, con la palabra encubrimiento” (15 de diciembre).
- “Lo llamé a (Angel) Casafús y le pedí que por favor no mandara a la policía porque estábamos viviendo un momento de mucho dolor” (17 de diciembre).
- “Era un pituto chato parecido a esos que se ponen para sostener los estantes de la biblioteca. Pensamos que no parecía una bala” (18 de diciembre, al reconocer que arrojó una bala al inodoro).