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“Venimos de hacer en Salta, con apoyo de Onusida, una experiencia de sensibilización con jueces, abogados y organizaciones de la sociedad civil, sobre la discriminación a la población gay –contó Claudio Bloch, titular de la Dirección de Sida y Enfermedades de Transmisión Sexual del Ministerio de Salud de la Nación–: disminuir la discriminación de un colectivo facilita su acceso al sistema de salud. En Jujuy, por ejemplo, no hay edicto policial contra la homosexualidad pero sí lo hay contra el alcohol y la policía suele ir a los lugares donde se concentran gays para, con la excusa del alcohol, reprimir.”

“En la Argentina, la incidencia del VIH no es pareja –señaló Bloch–: no lo es para los distintos sectores socioeconómicos y no lo es porque afecta especialmente a ciertos colectivos: entre los hombres que tienen sexo con hombres podría llegar al 10 o 12 por ciento, según aproximaciones recientes; entre la población travesti, llega al 30 por ciento. En cambio, en la población general la proporción es del 0,4 o 0,5 por ciento.”

–¿Qué acciones se priorizan en cada caso?

–Lo que impulsamos desde el Ministerio de Salud, y se logra en muchas provincias, es, respecto de los colectivos más afectados, incorporar organizaciones que vengan trabajando con esos sectores y propiciar la distribución de preservativos y materiales de prevención en lugares de encuentro, como los boliches.

–¿Y respecto de los sectores socioeconómicos más afectados, por ejemplo en el conurbano bonaerense?

–El criterio es, también, promover la accesibilidad en los lugares donde la población circula, tomando especialmente en cuenta que estos sectores suelen tener dificultades para trasladarse: aumentar los lugares de testeo en los barrios; distribuir preservativos en los centros barriales y de salud locales; acercar más los recursos del Estado a donde la gente vive y trabaja. Desde el ministerio procuramos que las provincias y municipios acuerden en estos lineamientos –contestó Bloch.