Mientras arde la interna radical de la provincia de Buenos Aires, que repercutirá en la pelea entre Ricardo Alfonsín y Julio Cobos por acceder a las presidenciales de 2011, la UCR sondea sus chances en el interior, donde aspira a quedarse con la gobernación de al menos tres provincias grandes, Mendoza, Córdoba y Santa Fe, y tiene buenas expectativas en otras tres, Entre Ríos, Chaco y Santa Cruz. Además, esperan mantener el poder en Catamarca, Río Negro, Corrientes y Santiago del Estero –estas últimas tres, hoy con mandatarios cercanos al kirchnerismo–.

Guardadas bajo siete llaves, el radicalismo tiene encuestas de todo el país sobre sus principales candidatos a gobernar distritos clave para la elección presidencial de 2011. Conscientes de que ni aun en el mejor de los escenarios llegarán al quórum propio en el Congreso y que en la provincia y la ciudad de Buenos Aires tienen muy pocas chances de acceder al Ejecutivo, la UCR deposita sus esperanzas en lo que es quizá su mayor fortaleza, su desarrollo territorial.

Aunque no hay certezas absolutas, a menos de un año y medio de la elección nacional y de la gran mayoría de las provinciales, los radicales se entusiasman con los resultados que les arrojan sus sondeos y sueñan con recuperarse definitivamente de la debacle que casi los lleva a desaparecer tras el gobierno delarruista de 2001. Además de Catamarca, la única provincia con un radicalismo “puro”, los correligionarios actualmente gobiernan en Corrientes, Río Negro y Santiago del Estero. Pero en esos tres distritos los mandatarios mantienen un aceitado vínculo con la Casa Rosada. Sin embargo, los radicales dan por descontado que en 2011 perderá el kirchnerismo y que entonces Ricardo Colombi, Miguel Saiz y Gerardo Zamora volverán respectivamente al redil partidario.

La definición de los candidatos a gobernador de la UCR dependerá, en buena medida, de la intensa vida interna en cada distrito, pero también de la resultante de la pelea por la fórmula presidencial. Así, Alfonsín o Cobos pueden inclinar la balanza por uno u otro candidato, según el caso. De todas maneras, muchos ya largaron informalmente sus campañas electorales y otros están dando la batalla interna.

Mendoza

Los resultados de la elección de 2009, con la aclaración de que se trató de una legislativa y no una ejecutiva, no pudieron ser más alentadores para la UCR. Con la participación estelar del vicepresidente, Julio Cobos, un frente del radicalismo, el cobismo y un sector del PJ disidente obtuvo el 48 por ciento de los votos, a treinta puntos del oficialismo provincial, en un lejano segundo puesto. Este escenario dejó a los radicales en plena ebullición interna, ya que dan por sentado que retomarán el gobierno en la próxima elección. Dos hombres de Cobos, Alfredo Cornejo y Juan Carlos Jaliff, disputan entre sí y con el intendente de la capital, el anticobista Víctor Fayad, precandidato impulsado por los sectores más orgánicos.

Córdoba

De la mano del vicepresidente, el jefe del bloque de diputados radicales, Oscar Aguad, protagonizó hace pocos días un acto en su provincia, donde anunció su candidatura a gobernador. El diputado cordobés es una rara avis dentro la UCR, más allá de su ideología política, por momentos más afín al PRO que a su propio partido. Aguad pertenecía al grupo de radicales que no abandonó el barco durante la corta vida del radicalismo K, pero ahora es el más ferviente impulsor de la candidatura presidencial del propio Julio Cobos. Esa alianza estratégica con el vice fue la que le permitió conservar la presidencia del bloque de la UCR en la Cámara baja, que había asumido en los peores momentos de la diáspora radical y que ahora cuenta con 43 diputados.

En su provincia, Aguad le ganó la pulseada interna a Mario Negri, integrante del anticobista Grupo Rosario junto a Gerardo Morales, Angel Rozas, Ricardo Alfonsín y Ricardo Gil Lavedra. En aquel momento consiguió imponer que la UCR no comparta alianza con Luis Juez en las elecciones de 2009. Finalmente, salió primero, por encima del peronismo y el juecismo. Ese antecedente lo convirtió en el candidato a gobernador de la UCR.

Santa Fe

“Ahora nos toca gobernar a nosotros”, dicen dirigentes nacionales de la UCR que ven cómo sus socios socialistas se encuentran en una complicada situación política en la provincia santafesina. El mejor candidato del PS sigue siendo el gobernador Hermes Binner, que tiene vedada la reelección y no contaría con los votos para una reforma constitucional. Quedan el presidente del partido, Rubén Giustiniani, y el intendente de Rosario, Miguel Lifschitz. Pero el senador Giustiniani perdió en 2009 –por muy poco– la elección legislativa con el peronista Carlos Reutemann. A priori, ese traspié lo dejó un poco más atrás para convertirse en candidato. En ese escenario, Lisfchitz tendrá que medirse con el intendente de Santa Fe capital, el radical Mario Barletta, a quien sus correligionarios le ponen todas las fichas. En ese plan, la semana pasada el titular del partido, Ernesto Sanz, protagonizó junto a todo el radicalismo santafesino una demostración de fuerza de cara a la pelea por la gobernación.

Y el resto

Un segundo lote de provincias, con menos chances que las anteriores para la UCR, está integrado por Entre Ríos, Chaco y Santa Cruz. En Entre Ríos, el Acuerdo Cívico y Social –que incluía a la UCR, a la Coalición Cívica y a un partido provincial– le ganó la elección de 2009 al PJ, por un pelo. Los radicales aspiran ahora a que el diputado Atilio Benedetti se quede con la gobernación, mientras el PJ parece dividido entre el duhaldista Jorge Busti y el sector del gobernador Sergio Urribarri. En Chaco, el kirchnerismo ganó por cinco puntos las legislativas de 2009. En 2011, el ex mandatario radical, Roy Nikkisch, buscará disputarle al kirchnerismo la gobernación. Suena difícil pensar que en los pagos de Néstor y Cristina Kirchner gane un radical, pero el diputado Eduardo Costa ya ganó por un punto y medio en 2009. El joven empresario es ahora la esperanza para una eventual victoria, que aportaría más en términos simbólicos que en cantidad de votos.

Hay un tercer pelotón de distritos donde las chances de ser gobierno son más lejanas para la UCR, aunque los radicales auguran un crecimiento o una consolidación de su recuperación iniciada tras el conflicto ruralista de 2008. Esas provincias son Jujuy, donde Gerardo Morales se juega su última bala a la gobernación; Formosa, con el diputado y dirigente de CRA Ricardo Buryaile como exponente; La Pampa, que se debate entre Ulises Forte, de Federación Agraria, y el senador Juan Carlos Marino; y Neuquén, a días de resolver su interna entre el diputado cobista Horacio “Pechi” Quiroga y el intendente capitalino, Martín Farizano, cercano al kirchnerismo.