SOCIEDAD › LA IMPORTANCIA DE LA DENUNCIA EN UN SECUESTRO
“Los Macri hacen la de ellos”
Por Pedro Lipcovich
“La familia Macri, al no hacer la denuncia del secuestro, está incumpliendo un deber comunitario”, sostuvo ante este diario un especialista en investigar este tipo de delitos. El argumento es sólido: si estos delitos no se denuncian, es menos probable que los autores sean apresados y, en tal caso, “la cantidad de secuestros crecería cada vez más”. Por otra parte, según el experto, también la víctima tiene más probabilidades de salir con vida si se ha dado intervención a la Justicia.
“Los Macri han adoptado la misma actitud que tuvieron cuando fue secuestrado Mauricio: no hicieron la denuncia, hicieron ‘la de ellos’ y, si después el delito se esclarece, bien, y si no, no les importa”, observó el experto, que habló bajo estricta reserva de su nombre.
“Por supuesto –continuó el especialista–, la Justicia de todos modos interviene, está obligada a hacerlo, pero sus posibilidades de acción son muy distintas: se puede intervenir todos los teléfonos de los miembros de la familia pero, si ellos no están dispuestos a colaborar, van a usar otros teléfonos para comunicarse; es posible vigilar los autos de la familia pero, si ellos no quieren ayudar, van a usar otros autos.
Según el especialista, “hay una razón social, comunitaria, para hacer la denuncia: tratar de que lo que le pasó a uno no les pase a los demás. Si ninguna familia denunciara, si todos se limitaran a pagar y no se pudiera esclarecer ningún caso, entonces los secuestros proliferarían cada vez más”.
En este punto, el experto se refirió a lo que podría llamarse la paradoja del secuestro: “Un delincuente, por el hecho de serlo, no es confiable; pero en el secuestro la confiabilidad es esencial: el secuestrador tiene que cumplir con lo pactado, debe devolver a la víctima una vez que cobró el rescate. Los familiares no debieran entregarse por completo a esa confiabilidad dudosa”.
–Sin embargo, si la familia hace la denuncia, ¿no aumenta el riesgo para el familiar secuestrado? –preguntó Página/12.
–Al contrario –contestó la fuente–. Supongamos que, gracias a la investigación facilitada por la denuncia, la policía detiene a un miembro de la banda; aunque sea un miembro secundario. Eso sirve para garantizar la vida del secuestrado, por el siguiente motivo: si matan al secuestrado, la pena para el que está preso va a aumentar, de seis a diez años pasará a ser prisión perpetua; en tal caso, el detenido no dudaría en “deschavar” a todos los demás, y los que están afuera saben que pasaría esto.
Se infiere que no hay que apresurarse a aumentar la pena prevista para secuestros extorsivos, ya que es esencial mantener la diferencia de castigo según la víctima regrese sana y salva o no.