Francisco, uno de los tíos de las tres jóvenes abusadas en su infancia por su abuelo, el ex camarista Félix Romeo de Igarzábal, es secretario del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil Nº 106 de la Capital Federal. Las tres nietas que denunciaron al abuelo por abuso sexual contaron a este diario que su tío les envió una carta a ellas y a sus cinco hermanos en la que intentó persuadirlas para que finalmente no llevaran el caso a la Justicia, para evitar el escándalo, En cambio, el secretario judicial les aconsejó que se abracen al “Sagrado Corazón de Jesús” y que hablen del tema “con un hombre de fe profunda en Cristo”, según contaron las chicas. “Y esperemos que la luz llegará y con ello llegará la paz como un bálsamo milagroso”, les dijo en esa carta. El secretario judicial no niega los hechos de abuso sexual, que sus tres sobrinas sacaron a la luz a partir de 2007 y finalmente llevaron a la Justicia tres años más tarde: “Les escribo esta carta desde el amor que tengo por todos ustedes, con plena conciencia del inconmensurable sufrimiento que les ha provocado papá y del esfuerzo que están haciendo para encauzar la crisis que sufren en su familia a causa de él”. Francisco de Igarzábal sugiere no realizar la denuncia penal, con el argumento de que “no hay mayor foco de difusión de miserias humanas que el ámbito judicial”. “Es muy doloroso pensar que a causa de un paso a ciegas (por la denuncia que estaban por hacer las chicas) sus seres más queridos e indefensos (es decir, sus primos y primas) van a estar en boca de todos los que conozcan su apellido”, les dice a las chicas que habían sido abusadas, minimizando así el aberrante delito del cual habían sido víctimas en su infancia.