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Un relevamiento de La Fábrica porteña señala que a los problemas de infraestructura se suma la falta de personal y las condiciones de trabajo. Desde octubre del año pasado, hubo despidos y reducción de sueldos en el SAME y en diversos hospitales a partir de la limitación de suplencias de guardia. Actualmente, hay dos conflictos importantes: uno en el Hospital Moyano y otro en el Gutiérrez.

Desde que la ministra de Salud, Graciela Reybaud, dictó la resolución 1657, en la que limitó las suplencias de guardia, hubo un recorte de profesionales y una rebaja salarial. Esto ocurrió porque muchos trabajadores de la salud trabajan en forma precaria y sin nombramientos.

En el SAME, por ejemplo, esto implicó reducir la cantidad de los trabajadores a la mitad y bajarles el sueldo a casi la otra la mitad de los que quedaron. Entre los que despidieron estaban los delegados gremiales de ATE.

Esa resolución supuso que se redujeran o directamente se cerraran, como ocurrió en el Hospital Alvarez, los programas de Atención Domiciliaria de Urgencia, de Gestión, Organización y Regulación de Internaciones Pediátricas, de Pediatría en Casa, de Atención a Menores en Conflicto con la Ley, el Hospital de Día para Niños Autistas, Violencia Familiar, Abuso Sexual Infantil, Violencia de Género, Juego Patológico, Trata de Personas, Consultorios Externos Infanto-juveniles, Psicoprofilaxis Quirúrgica, Infectología Pediátrica, Endoscopia y Diálisis, y uno de los programas de Buenos Aires Presidente (BAP), destinado a las personas en situación de calle.

En el Moyano, el Ministerio de Modernización hizo una auditoría que sus trabajadores consideran irregular: denuncian que contaron como faltas días de licencia o a personas que estaban presentes. Como consecuencia, 69 trabajadores vieron sus salarios bloqueados y otros 811 recibieron un telegrama donde los conminan a justificar una cantidad de presuntas ausencias que los pone al borde del despido.

En el Gutiérrez –adonde trasladaron a la última delegada de ATE del SAME, Laura Schargrodsky–, denuncian sumarios y auditorías constantes. Schargrodsky señala que le abrieron un sumario por hacer una asamblea. La terapia intermedia está cerrada por falta de profesionales. También falta personal en Neurología, Quemados y Hemoterapia, entre otros. Por un amparo, el gobierno porteño debió nombrar personal en terapia intensiva.