SOCIEDAD
Con la frente marchita
En un intento por descomprimir la presión que significan los inmigrantes, el gobierno español puso en marcha este año un plan de retorno voluntario a través de la firma de un convenio con la Organización Internacional de Migraciones (OIM). Sin embargo, seis meses después apenas 400 personas se sumaron a ese programa. Por lo pronto ya se firmó la salida de 60 personas y se prepara la repatriación de un segundo contingente de 80 inmigrantes de la Argentina, Colombia y Ecuador. Entre los sudamericanos en España, los ecuatorianos son los más numerosos: llegaron en oleadas imparables a lo largo de los últimos dos años, hasta que el gobierno implantó la visa para frenar el flujo.
En verdad, se esperaba que las cifras de repatriados fueran mucho mayores, pero hasta ahora hubo pocos fondos para financiar el programa, en el que la mayoría de los candidatos necesitan por lo menos que les cubran el pasaje a fin de poder volver. La especulación es que si los fondos finalmente aparecen y se publicita mejor el programa podría haber varios miles de voluntarios para el regreso entre los ilegales, ya que no sólo escapan de una situación crítica sino que se evitan así la expulsión que les impide volver a pisar el país por varios años.