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El ministro de Justicia, Germán Garavano, afirmó que “no es el camino la Justicia por mano propia, llevar armas, porque esta vez murió el delincuente pero, muchas veces, por esto muere la víctima. Nunca el camino es el de la confrontación y el de la violencia”. En declaraciones a la prensa, Garavano salió a respaldar declaraciones sobre el caso realizadas el jueves por el presidente Mauricio Macri, quien sostuvo que “en el fondo no estaba bien” que el carnicero de Zárate tuviera que dar explicaciones a la Justicia por lo que hizo.

En ese sentido, Garavano interpretó que al mandatario le habían “cortado la frase” porque lo que hizo Macri fue señalar que Daniel Oyarzún no debía estar preso porque “la norma procesal” establece que “si no hay peligro de fuga” el imputado puede esperar el juicio en libertad. Por otro lado, el ministro sostuvo que en la década pasada “hubo una mirada que se olvidó de las víctimas y se centró en los victimarios”, lo que generó, en su opinión, “muchos desequilibrios, generalmente a favor de las personas que cometen delitos”.

A su entender, esa situación “generó un tema más profundo, que tiene que ver con un alejamiento de la Justicia de la sociedad y del sentido común”, lo cual “genera un problema muy grave”. Garavano llamó a transitar “dos caminos en forma simultánea”, uno “cultural” para tener “mayor sensibilidad por el sentido común”, y otro vinculado con el “mejoramiento del funcionamiento de los tribunales y las fiscalías, y un aumento de la capacidad de investigación y de respuesta”.

Habló de la importancia de que “la Justicia empiece a enviar señales claras y ejemplares en torno a las personas que violan la ley, que en los casos muy graves tiene que ser la prisión y en otros casos podrán ser otras alternativas, pero lo que no puede haber es una ausencia del Estado, de no respuesta de la Justicia”.