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El descenso de los robos con arma de fuego coincide con una baja de los homicidios dolosos. De 13,78 cada 100 mil habitantes en 2002 –el pico histórico más alto– pasaron a 9,94 cada 100 mil en 2003 en la provincia de Buenos Aires. La tasa bonaerense duplica a la del territorio porteño, que fue de 5,12 en el último año. También este registro reflejó una disminución, aunque menos significativa que en las tierras del gobernador Felipe Solá: en 2002 había sido de 6,12 cada 100.000 habitantes, también el más alto en ese distrito.
La media nacional fue de 7,93 homicidios cada 100.000 habitantes en 2003, según los datos registrados por las fuerzas de seguridad. En 2002, había llegado a 9,52 cada 100 mil habitantes, una tasa nunca antes alcanzada en el país. La baja de los homicidios dolosos coincide con la ofensiva contra los desarmaderos y la venta de autopartes de vehículos robados encarada desde los gobiernos bonaerense y nacional el año pasado. El robo con arma de fuego está muy asociado al robo de autos, principal causante de homicidios en el ámbito metropolitano durante 2002. Las últimas estadísticas policiales revelan un claro descenso del robo de vehículos. En la ciudad de Buenos Aires bajó de 6932 unidades en 2002 a 4849 en 2003; en la provincia de Buenos Aires, de 44.032 a 33.131. Este delito es uno de los que más se denuncia porque es una exigencia para cobrar el seguro.