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Uno de los casos más resonantes que tuvo como protagonista a una mujer que mató a su marido golpeador fue el de la mendocina Claudia Sosa, de 22 años, que culminó con una inédita conmutación de pena otorgada por el ex gobernador Roberto Iglesias. Claudia había sido condenada a 15 años de prisión por el asesinato de su marido, que se desempeñaba como policía, en un caso que conmovió a toda la provincia. Con la conmutación a siete años y medio, su situación quedó cercana a la libertad condicional.
Claudia mató a Juan Edgardo Quiroga Núñez el 1º de marzo de 2001. Le disparó poco después de que él la tirara al piso, la pateara con los borceguíes puestos, le rompiera la ropa y la forzara a punta de pistola a tener relaciones sexuales. Luego, el hombre se había tirado en la cama a descansar y había dejado su arma reglamentaria cargada en la mesita de luz. La mujer lo asesinó con esa misma nueve milímetros, la que él tantas veces le había introducido en su vagina, de acuerdo con la declaración de Claudia.
Pese a las pruebas que daban constancia de las continuas golpizas, la joven fue condenada a 15 años de prisión por “homicidio agravado por el vínculo”. Además de su testimonio, en el juicio también se dieron a conocer las cinco denuncias que había hecho Claudia contra su esposo en dependencias de la policía mendocina. La mujer había intentado suicidarse e inició en su momento un tratamiento psicológico, pero no lo pudo cumplir porque su marido se lo impidió violentamente.