SOCIEDAD
Otros dos atenuantes
La defensa en la voz del abogado Fernando Molina fue contundente y tuvo un final que supo estremecer a quienes lo escuchaban: “Este es un tema complejo que está en debate en la sociedad. Yo mismo lo debatí con mis hijos este fin de semana y así fue que encontramos un largo poema de Bertolt Brecht, La infanticida María Farrar y que nos dice a quienes podemos parir en lechos limpios y llamar benditos a nuestros vientres preñados que tengamos piedad por los más débiles, porque el hijo es igual a todos, pero cada madre es distinta”. Fue una versión libre, que produjo un breve temblor en la sala. Molina pidió la absolución por considerar que Romina actuó en medio de un episodio psicótico agudo, pero abrió otras dos opciones al guión de la violación como único motivo. “Hay un error en la conducta de Romina, que elimina la responsabilidad del homicidio calificado. Ella intentó, abortar y mientras en la práctica ejecutaba un homicidio, creía que estaba haciendo un aborto. Así, se excluye el dolo y queda la culpa”, dijo y planteó también la posibilidad de un cambio de carátula. Por último habló del infanticidio, como circunstancia atenuante.