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¿Qué actitud debe adoptar la mujer que tenga colocado un diu? Si el dispositivo forma parte de los distribuidos por el Ministerio de Salud de la Nación, puede quedarse tranquila. Si fue colocado por un médico particular o en un establecimiento privado, debe verificar ante todo si no guardó en algún cajón un cartoncito con la marca del diu, que el médico pudo haberle entregado. Es altamente probable que el dispositivo resulte ser de otra marca, pero si la marca es “Diva”, “Gravi-Device TCU-380” o “Gravi-Device ML-375”, elaborado por “Científica Médica S.R.L.”, entonces necesariamente es falso: no hay dius auténticos con esas denominaciones, y la usuaria deberá concurrir a un profesional para que se lo retire.
Si la usuaria ignora la marca del dispositivo que lleva puesto, no debería alarmarse pero sí precaverse. No alarmarse, porque no se verificó hasta ahora que estos dius truchos hayan causado problemas de salud a las usuarias. Precaverse sí, porque “es un dispositivo que incluimos en la ‘Clase 4’, de riesgo más alto”, según la Anmat (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica).
Entonces, si no ignora la marca, la usuaria debe consultar, lo antes posible, al profesional que le haya colocado el diu, para asegurarse que no sea de los falsificados. Si lo es, el profesional lo retirará. La posibilidad de que el dispositivo resulte falsificado no implica mala fe, ni del profesional ni del distribuidor que se lo haya vendido.
Según puntualizaron las fuentes de la Anmat, “no hay manera de determinar, mediante revisación clínica ginecológica o ecográfica, cuál es la marca del dispositivo que la mujer tiene colocado”. Es necesario recurrir a los registros del profesional que lo instaló, o bien retirar el dispositivo.
Desde luego, el diu trucho no sirve para su función anticonceptiva.