SOCIEDAD › A PARTIR DE AGOSTO DECLARARAN COMO TESTIGOS
El turno de los sobrevivientes
Por Carlos Rodríguez
Unos 630 sobrevivientes de Cromañón comenzarán a declarar en agosto, como testigos, ante el juez Julio Lucini, para exponer y acreditar las secuelas psicológicas y físicas que padecen como consecuencia del siniestro ocurrido a fines del año pasado. Una vez que el magistrado les tome declaración a todos los afectados, tendrá que llamar uno por uno a los 22 procesados en la causa, para indagarlos por el delito de “lesiones” dolosas o culposas, según la acusación que pese sobre cada uno de ellos. Lucini completará un trámite que no se hizo hasta ahora. Los imputados, de Omar Chabán hasta el último, sólo fueron acusados por las 193 muertes. Fernando Soto, uno de los abogados querellantes que representa a más de 70 sobrevivientes, precisó a Página/12 que ante la Justicia “ya se han presentado más de mil sobrevivientes, pero hasta ahora sólo 630 han acreditado que estuvieron en Cromañón la noche del 30 de diciembre, mientras que el resto todavía debe completar la información necesaria”.
Además de tomarles declaración testimonial, a razón de 30 por día, Lucini ordenará una serie de peritajes y estudios a fin de corroborar las secuelas que presentan cada uno de los damnificados. “Cuando María Angélica Crotto (la jueza original de la causa) indagó a Chabán y a Raúl Villarreal, no lo hizo por el delito de lesiones y eso mismo ocurrió con el resto de los imputados; nadie se dio cuenta hasta que hicimos una presentación por las lesiones y Lucini la tomó en cuenta”, explicó Soto. Los 630 sobrevivientes en condiciones de declarar han sido examinados por un médico legista tras haber hecho la denuncia policial.
“Los sobrevivientes que se han presentado son más de mil, pero hay muchos (unos 400) que todavía no han completado los legajos que lo acreditan como víctimas. Tienen que demostrar que estuvieron en Cromañón y luego también serán llamados a declarar.” En algunos casos, los afectados “no se hicieron atender de inmediato, porque los problemas físicos aparecieron después o porque por distintas razones no recibieron atención psiquiátrica o psicológica”, dijo Soto.
El abogado comentó, refiriéndose a los damnificados a los que representa, que “el ciento por ciento sufre daño psicológico y sólo había dos que no habían recibido tratamiento porque se habían negado, pero ahora empezaron”. La mitad “está recibiendo medicación psiquiátrica”. Las consultas con otros querellantes permitió establecer que la mayoría de los sobrevivientes “ha sufrido daños en las vías respiratorias, con disminución de la capacidad pulmonar”. Casi todos presentan síntomas similares a los que sufre un paciente asmático y tienen que usar productos medicinales en aerosol para ayudar a la respiración.