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Emir R. inició una demanda contra YPF, donde había trabajado muchos años. Sostuvo que sus tareas allí le habían insumido esfuerzos físicos excesivos, expuesto a un ambiente ruidoso y a constantes cambios de temperaturas, lo cual había derivado en problemas de columna vertebral, várices en ambas piernas e hipoacusia bilateral. La empresa requirió una nueva pericia médica. Hubo numerosas citaciones y oficios para que el demandante se presentara a realizarse los estudios, pero los abogados no respondieron y la pericia no se hizo: el tribunal la dio entonces por desistida. En su fallo, contrario a Emir R., los jueces consideraron que el presunto daño sufrido no se había acreditado. El hombre inició entonces una demanda contra sus abogados, Juan Carlos Echeverri y Ricardo Ducros, quienes fueron condenados a pagarle 25.000 pesos más intereses y costas, como responsables “de haberlo privado de una chance probable de obtener una indemnización judicial”. La Cámara de Apelaciones confirmó ese fallo.