LOS SUBSIDIOS AGRICOLAS Y LA SITUACION DE LAS PRIVATIZADAS
“Dejar la obsesión de las tarifas”
El griego Angelos Pagkratis, de la Comisión Europea, defiende las millonarias subvenciones a los productores agropecuarios. Y aconseja a las privatizadas avanzar en la renegociación global de los contratos antes de insistir con las tarifas.
Por Cledis Candelaresi
Angelos Pagkratis, embajador jefe de la delegación de la Comisión Europea en Buenos Aires, no tiene dudas de que su continente sigue siendo clave en el destino local. “Es el socio más importante de la Argentina, por el volumen de inversión y como principal destino de sus productos agrícolas”, subraya durante la entrevista con Cash. Este vínculo decisivo, sin embargo, hoy está perturbado por los millonarios subsidios que la UE otorga a sus propios productores agropecuarios tanto como por el conflicto con las privatizadas, muchas a cargo de accionistas europeos. Al respecto, el funcionario de origen griego aconseja superar “la obsesión” de las tarifas.
¿Europa no se siente responsable de la eventual ruptura de la OMC por su intransigencia a desmantelar los subsidios agrícolas?
–No es nuestra visión, ya que Cancún ni siquiera llegó a tratar ese tema.
¿La cumbre no fracasó por la resistencia de Europa y Estados Unidos a discutir sobre ese tema?
–De ninguna manera. La Unión Europea llegó a la cumbre con una propuesta importante y la voluntad de hacer una negociación que permitiera avanzar en la negociación agrícola sobre subsidios y accesos a mercados.
¿Europa no hace un mea culpa por sus políticas de subsidio y protección que violan los principios del librecomercio?
–¿De qué principios estamos hablando? ¿De principios filosóficos, dogmáticos o de acuerdos en el marco multilateral? Nunca violamos esas leyes multilaterales, que son resultado de negociaciones concretas.
El canciller Rafael Bielsa considera que la política de subsidios de los países desarrollados, que destinan 360 mil millones de dólares a ese fin, es “agraviante” y “distorsiva de los precios”.
–Es cierto que los subsidios tienen un impacto sobre el comercio y los precios y esto motiva en gran medida las reformas que Europa intenta impulsar en su política agrícola. Pero la intención es disminuir los subsidios que impactan sobre el comercio internacional, no los que tienen por propósito proteger al medio ambiente, ayudando a un modesto productor de zonas rurales.
¿El G-22 puede ser un nuevo polo de poder o es algo circunstancial?
–Lo dirá el tiempo, ya que hay intereses muy divergentes dentro del grupo. Pero caeríamos en un error si pensáramos que estamos en una nueva fase de enfrentamiento Norte-Sur. Hay países en desarrollo que seguramente no verían con buenos ojos una liberalización total del comercio agrícola. El cuadro es complejo y los intereses divergentes van a comenzar a expresarse.
¿El ALCA y la OMC son parte de la disputa de Estados Unidos con Europa?
–Un sistema multilateral fuerte es el mejor remedio a todo riesgo de hegemonía. Propone un mundo con reglas fuertes, que se apliquen a todos por igual. Las diferencias con el ALCA es que el acuerdo Mercosur-Unión Europea no se limita sólo al terreno comercial, sino que también involucra reglas políticas. No queremos un acuerdo light ni buscaremos acuerdos individuales. Tampoco tendremos un acuerdo sobre servicios con Argentina y otro con Brasil, sino el mismo con ambos. Nos interesan reglas comunes a la Unión Europea y al Mercosur. Esa es la verdadera diferencia con el ALCA.
¿La actual crisis que vive Argentina con las empresas privatizadas influye en la negociación comercial?
–El tema de las privatizadas no es un tema de la agenda acordada entre los dos bloques.
¿Ese conflicto no condiciona el cierre de acuerdos comerciales o proyectos de inversión europeos en la Argentina?
–Tenemos una posición clara y simple: queremos ver una situación normal, transparente y con seguridad jurídica que la actividad de una empresa necesita. Hace falta más claridad.
¿La ley que habilita renegociar contratos y modificar parcialmente los contratos no clarifica la intención del gobierno local?
–Podemos aceptar que Argentina está en un período especial después de la devaluación y la pesificación. El marco legal de la actividad económica cambió de manera fundamental. Por eso mismo hay que buscar una renegociación integral de los contratos y tratar el problema de las tarifas dentro de un marco global donde se consideren otros aspectos. Todos son importantes; no sólo las tarifas. Es mejor tener menos obsesión en un punto porque la relación es más compleja.
¿Le parece justo evaluar a las empresas privatizadas con un sistema de premios y castigos que juzgue cómo y para qué se endeudaron y cómo repartieron dividendos?
–¿Hay alguien que está haciendo esto? Yo no lo he visto. Es una hipótesis pero por lo que sé ese camino no lo está haciendo el gobierno de Kirchner.