FINANZAS › COMO SE ACOMODAN LOS INVERSORES PARA EL AÑO PROXIMO
Hagan apuestas 2004
Este año ya está jugado. Entonces, con las señales del Gobierno como las de la propia economía, los financistas empiezan a ubicar sus fichas. Prefieren dólar, acciones y activos ajustados por CER.
Por Claudio Zlotnik
Falta un mes para terminar este año, pero los financistas ya pusieron la mira en el próximo. Los negocios se mueven de acuerdo con las expectativas sobre el 2004. Más allá de los caprichos que marcan cualquier coyuntura, ciertos corredores están atentos, al menos, a dos circunstancias: las perspectivas económicas del año que viene y las señales que envía el Gobierno sobre sus próximos pasos. La suba del dólar, el renovado empuje de las acciones y las apuestas por instrumentos financieros que están atados al CER son ejemplos de cómo se están reacomodando los operadores.
Sobre el dólar no quedan muchas dudas acerca de los deseos del Gobierno. Roberto Lavagna quisiera mantener estable el tipo de cambio real, que en la actualidad se encuentra en 2,05 pesos. Implicaría un dólar cerca de los a 3,30 para fines del próximo año si se cumpliesen las pautas de inflación del propio ministro. Sin embargo, lo más probable es que la paridad se ubique en el nivel que surja de la pulseada que mantiene Lavagna con Alfonso Prat Gay. El titular del Banco Central, que en lo que va del año emitió 5500 millones de pesos para comprar billetes verdes, aparece como más cauteloso que el ministro al momento de intervenir en el mercado. Un ejemplo de este paso prudente ocurrió sobre fines de la semana que acaba de terminar: cuando el dólar amagó con superar los 3 pesos, Prat Gay dejó de comprar divisas para evitar que la cotización, al menos por ahora, cruce esa barrera.
El mercado accionario también se está moviendo de acuerdo con las expectativas para el 2004. Los últimos balances confirmaron el repunte del consumo y dieron lugar a las estimaciones de que el escenario positivo se mantendrá en los próximos meses. En la city apuestan a que el crecimiento del próximo año volverá a ser vigoroso. Existen, por otra parte, dos hechos que entusiasman a los inversores: el ciclo exitoso de reestructuraciones de deudas dolarizadas que empezaron a transitar las compañías y las perspectivas de aumentos de tarifas para las privatizadas. La probabilidad de un repunte de la inflación también mueve las fichas de los financistas. Los instrumentos que ajustan por el CER se convirtieron en los preferidos, puesto que de esa manera los inversores quedan a cubierto de cualquier rebote de la inflación. De ese favoritismo dieron cuenta las últimas licitaciones de Lebac organizadas por el Banco Central. En un marco de bajas tasas de interés, las Letras ajustables por la inflación fueron las que más se demandaron. Lo mismo ocurre con los títulos públicos atados al CER: se convirtieron en las vedettes de las operaciones: prueba de ello son los Boden 2008.
La brusca caída de las tasas de interés relegó a los plazos fijos, una opción que parecería limitada a los inversores más conservadores. Los depósitos no rinden más que el 5 por ciento anual. En la city ya comenzaron las apuestas para el 2004. Nadie quiere quedar fuera de la carrera.