PROFESIONALES
Los profesionales con ingresos anuales inferiores a $36.000 estamos siendo discriminados, y hasta diría perseguidos, a fin de que demos la baja o trabajemos en negro. Nos quieren obligar a pagar según las tablas del monotributo, es decir cuotas mensuales fijas, sin importar si tenemos ingresos o no, ni cuánto gastemos en insumos para poder competir en un mercado laboral reprimido. También estamos discriminados respecto del común de los monotributistas, porque por ser profesionales sufrientes, en mi caso con más de 10 años de matriculados, además debemos pagar un aporte jubilatorio de $245. La otra opción que nos dan es pagar IVA a una tasa del 21 por ciento, además del impuesto a las ganancias y del aporte jubilatorio antes mencionado. Nuestro ingreso no es el resultado de la venta de un producto. Es estudio y esfuerzo intelectual. Las máquinas se amortizan, su desgaste se descuenta como gasto, nuestro cerebro no. Los profesionales independientes somos los huérfanos sociales argentinos, si no trabajamos no comemos, si no trabajamos no podemos pagar obra social, si no trabajamos y si debemos pagar impuestos y aportes jubilatorios. Las empresas nos quieren cuentapropistas para no hacerse cargo de nuestras cargas sociales, el Estado por el otro lado nos quiere eliminar pues no nos considera de interés fiscal. Una vez más la clase media que estudió toda la vida y elige el trabajo honesto, esa palabra tan rara en el lenguaje actual, sí, una vez más está siendo castigada.
Liliana Saslaver
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