DESECONOMíAS
Deseconomías > Pesadilla de un ultra
Por Julio Nudler
Vea, vea, vea, ¡qué manga de boludos! Matamos a una muerta, a una puta y a un cornudo.” En su último Informe Económico Semanal, Roberto Cachanosky, conocido por sus artículos ultraliberales en La Nación, refiere que eso le cantaban los “grupos de izquierda” a Juan Perón el 1° de mayo de 1974. Como parte de su análisis económico, Cachanosky explica que “la muerta era Evita, la puta era Isabelita por sus antepasados (sic) como bailarina de cabaret y el cornudo era Perón porque se rumoreaba que Isabelita tenía relaciones con López Rega”. Luego pide excusas: “Sepan disculpar los términos anteriores, pero –indica– creo que es necesario explicitarlos para entender la magnitud del enfrentamiento”.
Lo que el Informe se propone es equiparar a Néstor Kirchner con Montoneros, ERP y otras organizaciones terroristas que se habrían infiltrado en el peronismo para llegar al poder. “La similitud de los dos casos históricos –señala Cachanosky– es que Perón usó a la izquierda y la izquierda usó a Perón, y ahora Duhalde usó a la izquierda del peronismo (para derrotar a Menem) y la izquierda del peronismo usó a la estructura peronista para ganar las elecciones. La pregunta que surge es: ¿aceptará el duhaldismo y el sector populista del peronismo ser desplazados por la izquierda setentista? Y si no lo acepta, ¿cómo termina la historia?”
Esta pregunta remite a una sugerencia ominosa, porque a renglón seguido se puntualiza que cuando los grupos terroristas rompieron con Perón, éste creó la Triple A, conduciendo a un “enfrentamiento feroz”. Luego se insinúa que hoy el presidente cuenta con “grupos organizados dispuestos a la violencia, que son los piqueteros”, aunque parte de éstos podrían responder al duhaldismo. En conjunto, “los grupos piqueteros cuentan con un presupuesto de 3600 millones de pesos anuales bajo el formato de planes sociales Jefas y Jefes de Hogar”, que hoy serían “el financiamiento de fuerzas de choque para controlar la calle”. En su momento, también la Triple A era manejada desde Bienestar Social, instruye el afiebrado Cachanosky.