Un abogado que trabajaba sin aprovecharse de sus clientes muere atropellado por un colectivo. Cuando llega al cielo es recibido por San Pedro, quien le informa que no cree que un abogado pueda adaptarse al lugar. Por lo tanto, le ofrece pasar un día en el infierno y otro en el cielo para que pueda optar. El primer día va al infierno y se encuentra con todos sus colegas bailando en una fiesta espectacular en un lugar paradisíaco. Al día siguiente vuelve al cielo y disfruta de la tranquilidad reposando en una nube. A las 24 horas San Pedro le pregunta dónde pensaba quedarse. “El cielo es un hermoso lugar, pero prefiero el infierno”, contesta el abogado. Sin embargo, cuando regresa al infierno encuentra a sus amigos realizando trabajos forzados en un desierto desolador. Se acerca al diablo y le recrimina: “Pero ayer acá había una fiesta”. El diablo lo mira con suficiencia y le responde: “Lo que pasa es que ayer estábamos en campaña y hoy ya votaste por nosotros”.