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¿La crítica de Lavagna al “populismo setentista” fue dirigida al interior del gobierno?

Roberto Frenkel: –Mucha gente diagnostica bien los males que sufrimos, pero pareciera no tomar en cuenta las consecuencias que eso generó. Estamos convalecientes. No puedo pasar de la terapia intensiva a querer ser musculoso porque eso me puede matar. Algunos creen que rápidamente podemos volver a la distribución del ingreso del ‘74. Siempre es más fácil ser populista que ser sensato, pero eso no es correcto.

¿Pero esa idea “populista” está dentro del gobierno?

Javier González Fraga: –Está en la sociedad.

R.F.: –También está dentro del gobierno. Hay mucho voluntarismo ignorante. Yo escucho a amigos del gobierno que dicen que Lavagna es un tecnócrata y que no hay que escucharlo. Que dos más dos no es cuatro sino cinco. No puede ser que uno quede como un conservador diciendo que hay que seguir igual en un país donde el salario real sube, la tasa de desempleo cae rápidamente y la economía crece al 9 por ciento.

J.G.F.: –No caigamos en la idea de creer que es cuestión de hacer los cheques para que la gente esté mejor.

¿Kirchner y Lavagna se pelean por una cuestión de protagonismo como lo hacían Menem y Cavallo, o tienen diferentes proyectos?

R.F.: –El único proyecto consistente es esto que se está haciendo, liderado por Lavagna. Gente que habla hay mucha, pero ésos no son proyectos.

J.G.F.: –Hay gente que se autodefine como keynesiana, que cree que se puede seguir creciendo eternamente con sólo estimular la demanda. Keynes decía que se puede crecer estimulando la demanda cuando hay subocupación de recursos productivos, pero cuando ya se está llegando a niveles altos de utilización de la capacidad instalada en varios sectores industriales hay que avanzar pausadamente para no generar recalentamientos que signifiquen retrocesos.

R.F.: –Además, el sector público no ha sido el generador de la demanda, es puramente el sector privado. El gobierno ha actuado de manera contracíclica aumentando el superávit primario. Ahora no hay que estimular más la demanda sino utilizar las herramientas fiscales para mantener lo que se logró.

¿Qué pasa si Lavagna se va?

J.G.F.: –La única expresión económica coherente del Gobierno es la de Lavagna, pero esta misma política la planteó Jorge Remes Lenicov. Remes se quemó al destapar las ollas que había que destapar porque tenían mucha presión, pero fue él quien puso las retenciones y el tipo de cambio flotante. Las bases de esta política las puso Remes y las consolidó muy bien Lavagna, sobre todo en la negociación con los acreedores.

R.F.: –Lavagna hizo algo más. Por presión del Fondo se había dejado flotar la moneda y cuando llegó Lavagna estábamos metidos en una burbuja que no se a dónde nos llevaba. Las ideas de Remes y Roberto eran parecidas. Pero no basta saber los lineamientos generales de lo que hay que hacer para ser un ministro. Hay que tener capacidad analítica y de respuesta. Cuando aparece un imprevisto hay que saber reaccionar correctamente, porque si no a la primera de cambio se te viene el mundo abajo. Cuando llegó Roberto cambió la actitud. Es correcto decir que nadie es imprescindible para no caer en mesianismos, pero si este Gobierno tiene racionalidad debe mantener el equipo Kirchner-Lavagna.