Bulimia y anorexia, por obras sociales
Cristina Mariani fue la primera enferma de anorexia diagnosticada en la Argentina, y a partir de su recuperación comenzó a buscar maneras de ayudar a quienes padecieran la misma enfermedad. Pero su mayor preocupación, sin embargo, es concientizar sobre la necesidad de la prevención, para lo cual colaboró con el senador neuquino Pedro Salvatori en la redacción del proyecto de ley sobre prevención de anorexia. En diciembre del año pasado, la propuesta de promulgar una ley que incluyera la bulimia y anorexia como enfermedades con cobertura de las obras sociales, dispusiera la reglamentación de las publicidades de productos alimentarios o medicinales, y propiciara el trabajo conjunto del Estado y ONG en el tema obtuvo media sanción del Senado. Desde entonces, sin embargo, el proyecto no ha obtenido demasiada atención entre los legisladores, y se encuentra empantanado en comisiones de la Cámara de Diputados. A fin de intentar hallar un respaldo lo suficientemente contundente como para que el proyecto reciba tratamiento en la Cámara, Cristina Mariani, desde su fundación, continúa adelante en estos días con una campaña de recolección de firmas para que la Ley Salvatori sea realidad. El próximo martes, durante todo el día, habrá mesas recibiendo adhesiones en dos esquinas: Rivadavia y Medrano, y Callao y Santa Fe.
¿Listas sábana?
La Argentina está, a nivel mundial, en el octavo lugar en representatividad femenina en el Congreso con, hasta el 2001, un 30,7 por ciento de mujeres en las bancas. La ley de cupos ha sido central para lograr este honroso lugar, que, sin duda no es suficiente. Sólo la paridad (50 y 50 por ciento) podría reflejar claramente la composición de la sociedad dentro del Poder Legislativo, aspirando a que el cupo se extienda también al Ejecutivo y el Judicial. Es por esto que la Fundación Mujeres en Igualdad, el Foro de Mujeres contra la Corrupción y la Red contra la Trata de Mujeres, niñ@s y adolescentes están promoviendo una reforma política que además de exigir procesos transparentes para la selección de candidatas, asignación de recursos para la capacitación y las campañas que aseguren la equidad y acceso de las mujeres a los niveles de decisión de los partidos políticos, pone especial énfasis en defender las listas plurinominales bloqueadas y cerradas, lo que malamente se ha dado en llamar “listas sábana”.
¿Por qué? Porque éste ha sido un logro de la Ley Sáenz Peña que impuso un criterio de representación proporcional que ha permitido que la diversidad de tendencias políticas aparezcan en los órganos colegiados electivos. Para mayor información o adherir a este reclamo:
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