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Hermanas embaucadas

Siempre bienvenido por la hermosura, ligereza y gravedad de su música, Mozart visita el Avenida con su ópera Così fan Tutte, deleite puro de principio a fin. Detrás de los enredos cómicos y del juego de las convenciones teatrales, una reflexión profunda sobre la fragilidad de los estados de ánimo del amor. En esta atractiva y comprensiva puesta de Ana d’Anna se subraya desde el comienzo su carácter de obra de aprendizaje, reivindicando desde escenografía el subtítulo: La Scuola degli Amanti. Las hermanas Fiordiligi (descollante labor de la soprano chilena Macarena Valenzuela) y Dorabella (acertada Lara Mauro) son puestas a prueba por sus novios, incitados por el marrullero enciclopedista Alfonso. Pero la prueba es más bien una estafa a la buena fe y el corazón sensible de las chicas, ya que sus chicos apelan a recursos innobles para quebrarlas. La directora se maneja con fluidez entre la gracia y la seriedad, la farsa y el drama, creando imágenes que junto al exquisito vestuario de María Jaunarena y al refinamiento de la iluminación, evocan a pintores como Fragonard y Watteau. Para completar el disfrute, a la orquesta dirigida por Hernán Schvartzman, se suman varios instrumentos de época, empezando por el clave que toca en escena Manuel Olaso, con su perfecto traje dieciochesco.

Così fan Tutte, última función mañana sábado 28 a las 20.30 en el Teatro Avenida, Avenida de Mayo 1222, entradas desde $ 30, Plateanet 52363000.