“Los varones de nivel educativo bajo se iniciaron sexualmente más temprano que los de los niveles medio y alto”, determinó Hernán Manzelli, sociólogo del Centro de Estudios de Población (Cenep), en la investigación que realizó, junto a Alejandra Pantelides, La edad a la iniciación sexual y sus correlatos en varones de cuatro ciudades de América Latina (Buenos Aires, Lima, La Habana y La Paz). Manzelli actualmente está realizando un doctorado en la Universidad de Texas y se dedica a estudiar la sexualidad de los varones.

¿Los adolescentes que se inician sexualmente ahora son distintos a sus padres?

–Los cambios, más o menos rápidos, entre generaciones son una característica de las sociedades modernas. Entonces siempre hay varones nuevos y viejos. La pregunta es si esas nuevas formas de masculinidades constituyen una real transformación en las relaciones tradicionales de género o sólo son cambios coyunturales, estilos de una época, que no afectan en sí la estructura social de dominación por género. Creo que hay mucho de cambio coyuntural en esas tipologías que aparecen periódicamente (metrosexuales, ubersexuales, etcétera), definidas principalmente en términos de hábitos de consumo. Sin embargo, hay transformaciones estructurales (creciente participación de las mujeres en el mercado de trabajo, puestos de mayor jerarquía) e ideológicos (alcances de la agenda política de los movimientos de mujeres) que pueden estar relacionados con una modificación de las relaciones de género.

¿Hay varones neoconservadores o son más abiertos?

–Se observan algunas modificaciones en las conductas de los varones proclives a un cambio en las relaciones tradicionales de género, aunque también hay dispositivos más sofisticados de control social en base al género. Es decir, me parece que no es una cuestión de blanco (varones más igualitarios) o negro (varones con conductas conservadoras), sino que hay una escala de grises.

¿Cuál es el mayor aporte de poder estudiar las conductas sexuales de los adolescentes varones?

–Analizar las condiciones de vulnerabilidad de los hombres permite ver los costos individuales de mantener una estructura de dominación masculina sobre las mujeres, pero también sobre los propios hombres y sobre otros sujetos que no construyen sus identidades genéricas en base al sexo biológico. Por ejemplo, una de las conclusiones más importantes del estudio es que la edad de la iniciación sexual es un elemento de vulnerabilidad. Los que se inician más temprano, lo hacen con mayor probabilidad de tener relaciones sin hablar sobre protección y sin hacer uso de esa protección.