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Boca, sin planteo ni ideas ofensivas y con una muy floja actuación en todas sus líneas, cayó ayer en Santa Fe frente a Colón por 1-0 y volvió a dejar una pálida imagen con respecto a su ánimo y a sus intenciones en el torneo Apertura. La derrota –la tercera del equipo en el certamen, que debilita claramente al entrenador Oscar Tabárez– dejó al conjunto boquense bastante lejos del líder Independiente, que quedó con ocho puntos de ventaja, y de River, que está a seis. El uruguayo Javier Delgado anotó, de cabeza, para los santafesinos; la diferencia en el marcador pudo y mereció haber sido mayor.
La caída de Boca, que continúa alejándose de la lucha por el título, tiene explicación: el equipo de Tabárez no juega bien y se muestra cada vez más desorientado. Porque no sólo se equivoca en la marca, todo nervios e inseguridad, sino que tampoco logra imponer su fuerza en el mediocampo y, lo más obvio, carece de claridad en los últimos metros, en la definición.
Al menos ayer, aunque a esta altura parece ser una constante, los boquenses no hicieron prácticamente nada para imponerse ante Colón, un rival que los complicó y los dominó durante todo el encuentro y que, incluso, pudo golearlo, de no ser por sus propios errores en la terminación de situaciones muy concretas.
Ni siquiera los cambios ayudaron esta vez a Tabárez. Ni la entrada desde el inicio del Pampa Sosa, que continúa igual que cuando llegó al club: lento y sin reacción; ni el ingreso de Ezequiel González, quien no levanta el nivel y no anda bien con la pelota; ni el tardío ingreso de Guillermo Barros Schelotto, que ayer estuvo lejos de repetir su salvadora actuación frente a Vélez. Salvo un cabezazo de Matías Donnet, que estuvo cerca, tras un buen centro del Mellizo, tampoco el ex Unión aportó demasiado.
Colón aprovechó al máximo la desesperación y el desorden que mostró Boca en todas sus líneas y por eso, una vez que logró ponerse arriba en el marcador –con un golazo de Delgado, tras un centro de tiro libre ejecutado por el peruano Martín Hidalgo–, logró manejar el trámite y obligó constantemente, arrimando peligro al arco de Roberto Abbondanzieri.
Boca tuvo dos chances para descontar: una remate de Carlos Tevez y otro de Marcelo Delgado, desde afuera del área, pero Joaquín Irigoytía no lo permitió. Los locales tuvieron oportunidades por el lado de Carignano, que perdió mano a mano frente a Abbondanzieri, y de Martín Parodi, quien tras un centro de Hidalgo encontró mal parados a los defensores boquenses y sacó un derechazo que pasó muy cerca del arco de Boca.
En el complemento, lo de Colón fue medido y algo especulativo, pero así y todo fue igualmente mejor que lo que consiguió generar Boca. De contra, los santafesinos pudieron ampliar la diferencia al menos tres veces: Carignano y Delgado desaprovecharon oportunidades inmejorables; el primero, solo frente al arco, remató apenas desviado. También pudo anotar Julio César Toresani, de muy buena labor en la zona de volantes, pero su remate, que iba directo al arco, se desvió en Rolando Schiavi.
Salvo el cabezazo de Donnet en la segunda mitad, Boca no consiguió inquietar. Donnet y el Mellizo entraron faltando pocos minutos, cuando el ánimo del equipo estaba por el piso. Los últimos 45 minutos de Boca pueden haber sido, acaso, los peores jugados por el equipo de Tabárez; ésta será una semana difícil para Boca, porque se viene Chacarita y asoma River.