No quieren ajustarse
Tras duros debates y casi diez horas de reuniones, los jefes de equipo de la Fórmula 1 fracasaron en su intento de reformar el Mundial para bajar los costos de un deporte que se cuenta entre los más caros del mundo. La reunión prometía un buen final, ya que se llegó incluso a un acuerdo inicial sobre la polémica limitación del número de motores utilizables. Pero finalmente no hubo acuerdo.
Según los expertos, los fabricantes de automóviles invierten anualmente alrededor de 1500 millones de dólares, y los equipos pagan cerca de 2700 millones de dólares en impuestos. Mañana, en la sede de la FIA en París, se volverán a reunir todas las partes implicadas para intentar seguir avanzando en busca de un acuerdo.