EQUILIBRADO ANALISIS DE ALFARO
Pellegrini, sin respuesta
El entrenador de River, Manuel Pellegrini, admitió ayer que no le encuentra “una explicación válida” al empate 2-2 frente a Quilmes, que iba ganando por 2-1 y sufrió la expulsión de tres hombres cuando restaba jugarse más de un cuarto de hora, y reconoció que su equipo no está atravesando un buen momento.
“No le encuentro una explicación válida a esto que pasó: que no se le pueda ganar a un equipo que se quedó con ocho jugadores no es normal”, admitió Pellegrini en la conferencia de prensa que ofreció tras la finalización del partido.
“Igual creo que once contra once también hubiésemos llegado al empate”, se sinceró el chileno, quien reconoció que su equipo tiene “irregularidades” y además dejó en claro que le corresponde al cuerpo técnico encontrar “las fallas” y ofrecer “las soluciones” para superar este mal momento.
“A cualquiera se le hace muy difícil llegar al arco contrario cuando el rival se defiende con ocho jugadores en su campo todo el partido”, se quejó el ex técnico de San Lorenzo, quien catalogó al encuentro de “extraño” por las circunstancias en la que se dieron los goles de Quilmes y las expulsiones.
En cuanto a lo que River tiene por delante después de este flojo arranque en el torneo local, el técnico señaló que su misión es “motivar a los jugadores para que no se caigan y luchen hasta el final del campeonato”. River, con una victoria, tres empates y dos derrotas –contra Newell’s (2-0) y Estudiantes (3-0)– quedó a 9 puntos del líder, Boca, que además tiene un encuentro postergado contra Banfield.
Por su parte, el técnico de Quilmes, Gustavo Alfaro, aseguró que no fueron injustas las tres expulsiones que sufrió su equipo. “No siento que me hayan metido la mano en el bolsillo. Las expulsiones (de Raúl Saavedra, Ariel López y Patricio Camps) son cosas que pasan y no se pueden manejar”, afirmó. El técnico sólo le cuestionó al árbitro Rafael Furchi que en la jugada previa que derivó en las expulsiones “hubo una falta a Braña” que no cobró y dijo que esa falla del árbitro “desencadenó todas las cosas que sucedieron”.