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La continuidad de Marcelo Bielsa en su cargo, más allá del Mundial, es un tema tabú. El propio técnico ha sostenido que el torneo “puede hacer variar sustancialmente los pensamientos”. De ahí que casi nada se menciona sobre este asunto que Julio Grondona mantiene en reserva y, tampoco, en el entorno del entrenador. “Es un pragmático”, dijo uno de sus colaboradores para definir a Bielsa, el único que mantiene un contrato vigente con la AFA de cuatro años. Su equipo –integrado por el profesor Luis Bonini, el médico Donato Villani, el kinesiólogo Raúl Lamas, el ayudante de campo Claudio Vivas y auxiliares como Javier Torrente y Gabriel Wainer– compone el personal contratado por la asociación. En cambio, el rosarino cuenta con más asistentes, cuyos servicios son retribuidos por él. La tarea de estos hombres fue descripta mejor que nadie por el padre de Bielsa, don Rafael Pedro, en una entrevista reciente: “Se mudó a dos cuadras de mi casa, fui a visitarlo una tardecita para tomar fresco y me lo encontré con seis colaboradores, porque ahora contrató a cuatro más, viendo partidos de Nigeria y anotando todos los movimientos. Estaban haciendo croquis. Tiene como cinco televisores...”.
El técnico del Seleccionado Nacional recopila cintas que ha distribuido con esmero entre su hogar en Rosario, el campo que posee en Alcorta y el predio que la AFA posee en Ezeiza. Mario Zanabria, uno de los colegas que más lo conoce, sostiene de Bielsa: “Siempre está un paso adelante. Por eso es muy difícil que lo sorprendan. Su capacidad de trabajo es enorme y tiene el agregado de una gran inventiva. La Selección le llegó en un momento justo, gracias a la visión de Pekerman y Grondona”.