FESTIVALES
Porque la poesía no se vende
Por Cecilia Pavón
“En una calle de Palermo de cuyo nombre sí quiero acordarme y es la de Honduras, vivió allá por los años enfáticos del Centenario un entrerriano tuberculoso y genial.” Quien escribe esto es Borges en su artículo “Carriego y el sentido del arrabal” y por supuesto, es al poeta al que se refiere. La misma casa citada por Borges, en la que vivió Carriego hasta su temprana muerte, es la sede de la “Casa de la Poesía”. Allí, los sábados 24 y 25 de julio tendrá lugar el primer Festival Sudamericano de Poesía Actual de Buenos Aires, organizado por tres poetas de distintas latitudes que, como en un cuento borgeano, el destino reunió en los arrabales porteños: Timo Berger, alemán del sur, amante de las letras argentinas y autor de algunos versos en español rioplatense (No soy gay, soy bi. Ediciones Del Diego); Cristian de Napoli, poeta oriundo de Liniers pero emigrado hace unos años a Finlandia donde, entre otras cosas, dicta clases de literatura latinoamericana, y Elizabeth Neira, poeta y performer chilena instalada hace unos meses de este lado de la cordillera. Durante un fin de semana completo se podrán escuchar a más de cuarenta autores latinoamericanos que comenzaron a publicar en los últimos 15 años. “Nuestra idea es hacer una instantánea del presente poético latinoamericano”, afirman para negar al mismo tiempo la idea de hacer “una antología de los noventa ni nada parecido”. La intención es más bien la de propiciar un encuentro donde se mezclen poetas de distintos ámbitos y donde reine la diversidad. En la selección del programa influyó mucho el gusto propio, pero también se tuvieron en cuenta otros criterios. Por ejemplo, decidieron incluir a gente que no lee en los circuitos de lectura habituales y que, sin embargo, es muy apreciada por los lectores, como Martín Gambarotta o Juan Desiderio, o poetas jóvenes que recién empiezan a publicar, como Paz Levinson y Victoria Yoguel. “Lo importante es disolver la estructura de ghetto tan propia de los círculos literarios en todas partes”, señala Neira y agrega que considera a Buenos Aires un lugar ideal para ello. Que los ghettos literarios puedan ser disueltos suena un tanto utópico, pero lo que sí es cierto es que Buenos Aires, a pesar de su ubicación geográfica, se volvió un lugar de cruce de poetas latinoamericanos en los últimos tiempos. Como el costarricense Luis Chaves que hace casi un año decidió pasar una temporada en nuestra ciudad para encontrar inspiración, o el chileno Germán Carrasco exiliado por cuenta propia del pospinochetismo o la misma Neira que hizo de Buenos Aires su residencia temporaria o permanente y que comenzó, como sus pares, a interactuar con el medio local. “La idea era aprovechar este flujo migratorio que es turístico, pero que también es cultural”, resume Berger ya que para él la ciudad no es sólo “comer asado y ver tango”. Con esta idea pero con poca plata, el festival contará con la presencia de jóvenes autores de Perú, Brasil, Uruguay, Paraguay, Chile y Costa Rica. Además de lecturas habrá debates, performances, proyecciones de video-poemas y una feria de publicaciones. La poesía, al estar prácticamente fuera del mercado, depende en gran parte de una red interpersonal en la que los libros se entregan de mano en mano y en la que los debates críticos se dan alrededor de mesas de café. Gracias a estos festivales, estas redes “secretas” llegan a un público más amplio.
“Salida al Mar”, Festival Sudamericano de Poesía Actual de Buenos Aires. Lecturas, performance, debates, video-poemas y feria de publicaciones.
Sábado 24 y domingo 25 de julio desde las 15 horas hasta la medianoche. La Casa de la Poesía está en Honduras 3784 (4963-2194).