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Menos que cero

(Less than Zero, 1987)

Dirigida por Marek Kanievska

Con guión de Harley Peyton (luego guionista de Twin Peaks), la primera película basada en un libro de Ellis tomaba de la novela poco más que el título a la hora de retratar el vacío existencial que un grupo de chicos ricos de Los Angeles intentan llenar con drogas y sexo casual. Sus derechos fueron comprados por la Fox antes de la publicación de la novela y, a la hora de adaptarla, los productores la encontraron demasiado “depresiva y degradante” (sic), y decidieron pasteurizarla, convirtiéndola en lo que para muchos fue una película asexuada y con un claro mensaje antidrogas. Atentos al público juvenil, contrataron a Andrew McCarthy (Mannequin) para el papel protagónico de Clay, eliminando su bisexualidad y su consumo de cocaína. La película ayudó a lanzar la carrera de James Spader (antes de Sexo, mentiras y video) y de Robert Downey Jr., pero a éste (resistido en los primeros testeos del film) le agregaron escenas para volverlo más “simpático y moral”. También se eliminaron dos de las escenas más fuertes del libro: una película snuff y la violación grupal de una chica de 12 años. Ellis la detestó, rescatando del casting sólo a Downey Jr. y Spader, pero en los últimos años cambió de parecer: “Es un caso raro: no quedó una sola línea de diálogo del libro, pero creo que con los años se puso cada vez mejor. Si no hubiera novela, nos gustaría más; sin embargo, ahí está la novela arruinándolo todo. Pero la película hoy se ve muy bien y las actuaciones que antes me parecían flojas, como la de Jami Gertz, hoy me gustan. Me he puesto sentimental con este film, hasta tengo cierta debilidad por él”.

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American Psycho (2000)

Dirigida por Mary Harron

La historia de la producción del film sobre el yuppie Patrick Bateman devenido asesino serial es larga y está llena de traspiés. Harron, que había dirigido I Shot Andy Warhol, escribió una versión del guión, pero se bajó cuando le quisieron imponer a Leonardo DiCaprio. Se sugirió entonces a Oliver Stone (con DiCaprio, James Woods y Cameron Diaz). Ya habían desfilado otros candidatos, como el director clase B Stuart Gordon y Johnny Depp como Bateman. Se habló de Brad Pitt y de Edward Norton (que rechazó el papel). Cuando pasó a manos de David Cronenberg, Ellis llegó a escribir una versión del guión, pero a Cronenberg no le gustó. Dice Ellis: “Sus exigencias eran desquiciadas. Yo escribí el guión que me parecía mejor, pero me desvié bastante, ya que estaba un poco aburrido del libro después de vivir con él durante casi cuatro años. Inventé algunas escenas: había una compleja secuencia musical al final, con ‘Daybreak’ de Barry Manilow, y Patrick Bateman en una plaza hablándole a la gente, y una toma final en la cima del World Trade Center. Me alegro de que no se haya filmado, pero ese final muestra lo aburrido que estaba en ese momento con el material”.

Finalmente, Harron pudo filmarla con Christian Bale, Jared Leto, Chloë Sevigny, Reese Witherspoon y Willem Dafoe, entre otros. La crítica la recibió bien (aunque para alguno se trató de un esfuerzo “demasiado autoconsciente” de parte del actor y la directora), y fue un éxito comercial. Para Ellis no es un completo fracaso, pero ha dicho que “American Psycho es un libro que no necesitaba convertirse en película”.

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The Rules of Attraction (2002)

Dirigida por Roger Avary

Ganador del Oscar como coguionista de Pulp Fiction, el canadiense Avary fue el responsable de la adaptación al cine que más satisfizo a Ellis. Protagonizada por Dean Bateman (hermano de Patrick, un pequeño dealer universitario en el ficticio Carden College), The Rules of Attraction sigue a múltiples personajes que vuelven una y otra vez sobre los mismos eventos desde distintos puntos de vista y que se cruzan en la “Fiesta del Fin del Mundo”. La ambientación es contemporánea, pero la atmósfera consigue una evocación ochentosa a través de la música y otras referencias. La protagonizaron James van der Beek (Dawson, de Dawson Creek), Shannyn Sossamon, Jessica Biel, Kip Pardue y Eric Stoltz, entre muchísimos secundarios. Ellis sostiene cada vez que le preguntan, que es su película favorita de las basadas en sus libros. “Es la única que capturó la sensibilidad de mi novela de una manera cinematográfica”, declaró. “Me pareció que consiguió lo que American Psycho y Menos que cero no. Quizá su éxito se debe a que Roger no tuvo miedo de jugar con el material, como sí lo tuvo Harron con American Psycho. Dijo: ‘Es esto, lo toman o lo dejan’.”

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The Informers (2008)

Dirigida por Gregor Jordan

Nuevamente los ricos y decadentes de Los Angeles en los ‘80: personajes socialmente alienados –entre ellos un productor de cine y una estrella de rock–, anestesiados a través del sexo casual, el alcohol y las drogas. Se filmó entre Los Angeles, Uruguay y Buenos Aires con un reparto que incluye a Billy Bob Thornton, Kim Basinger, Mickey Rourke, Jon Foster, Winona Ryder y Brad Renfro, entre otros. Y fue la primera vez (salvando la frustrada experiencia de American Psycho) que Ellis adaptó sus propios relatos. Impulsado por su amistad con el joven cineasta Nicholas Jarecki (autor de un documental sobre el director James Toback, The Outsider, 2005), escribieron entre ambos un guión con treinta personajes y una duración de dos horas y 40 minutos. Jarecki llevó al proyecto al productor alemán Marco Weber, quien consiguió el dinero y el reparto y desplazó a Jarecki para poner en su lugar al australiano Jordan. Entre ambos redujeron el guión y cambiaron el rumbo. Cuenta Ellis: “Escribir el guión fue divertido, pero la película lo refleja poco y nada. No me quejo: la versión final de 95 minutos es muy diferente del film épico y expansivo que escribimos. Nuestro guión era más ligero, humorístico, altmanesco, como una suerte de Vidas cruzadas, pero sombría. Le sacaron toda la historia sobre el tipo que se cree vampiro. Sin embargo, me gustan algunas cosas, tiene un gran trabajo visual, en su superficie brillante y fría. Pero no es mi guión: nuestro guión era gracioso y la película no lo es”. Tras el fracaso comercial, Ellis dijo: “No funciona por muchas razones, pero no creo que ninguna de esas razones sea mi culpa”.

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Lunar Park (2011)

En preproducción, bajo dirección de Phil Alden Robinson

Un tiempo atrás, Ellis sugirió que, de filmarse su novela más autobiográfica, le gustaría ser interpretado por Jake Gyllenhaal. Lo dijo un poco en broma, por las evidentes diferencias de edades, y ahora que el proyecto parece tomar forma (con guión de un tal Lane Shadgett, y dirección de Robinson, el de El campo de los sueños, aquella fábula de béisbol con Kevin Costner) el nombre de Benicio del Toro es el que suena más fuerte para el protagónico. Poco más se sabe sobre el film basado en el relato con el que su autor dijo haber intentado hacer las paces con su padre, ya muerto.

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The Golden Suicides

Ellis debuta como guionista profesional: The Golden Suicides contará con la supervisión (y quizá la dirección) de Gus van Sant. Su argumento sigue de cerca un artículo de la periodista Nancy Jo Sales para Vanity Fair sobre la historia real de los artistas Jeremy Blake y Theresa Duncan, dos “personajes glamorosos que, convencidos de ser perseguidos por organizaciones del gobierno y grupos cientologistas, primero se encerraron y luego, a mediados de 2007, se suicidaron. Ella se quitó la vida primero, y Blake siguió sus pasos una semana después ahogándose en el océano Atlántico”. La historia está narrada desde el punto de vista de él, desde su infancia y hasta el final de su vida, y es ella quien lo lleva al aislamiento paranoico. “Fue lo más difícil que me tocó escribir”, dice Ellis, quien se imaginó a James Franco y Angelina Jolie en los papeles protagónicos, “porque no quería inventar nada. Excepto por tres o cuatro escenas en las que están solos, todo en el guión puede ser verificado por cosas que hicieron o dijeron en público. Me llegó en el momento justo. Yo mismo estuve involucrado con una persona desequilibrada, así que entendí lo que le estaba pasando a Jeremy. Es así, y lo entiendo: te enamorás de alguien que está loco, y te volvés loco. Hacés cosas que no harías si no estuvieras con esa persona. No sé... No dejo de pensar que ése podría haber sido yo”.