La simpatía por los Rolling Stones de los Primal Scream se cruzó con su entonces recién descubierta fascinación por la pista de baile, para dar lugar a uno de los mejores álbumes de la escena manchesteriana. Eso sí: uno grabado por una banda de forajidos escoceses con sede en Londres. Con un catálogo de samples que iban de Brian Eno a una película de Peter Fonda, Screamadelica levantaba vuelo a partir de la toxicidad electrónica, psicodélica y rockera de “Movin’ on Up”, “Higher than the Sun”, “Come Together” y “Loaded”.