[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

La muerte del líder italiano José Garibaldi acaecida el 2 junio de 1882 provocó en la ciudad una procesión cívica organizada con el fin de celebrar sus funerales. La ritualización de este acontecimiento por parte de la élite italiana obtuvo un éxito notable, consiguiendo la presencia de más de cuatro mil personas que recorrieron el centro de la ciudad en procesión. La enorme popularidad que contaba su figura entre la colonia italiana de Rosario, desde sus luchas por la unificación, llevó rápidamente a crear una comisión para erigir un monumento en su memoria.

En abril de 1883, cumpliendo con su objetivo, la comisión pro monumento solicitó a la Municipalidad un espacio dentro de la plaza General Urquiza (actual Plaza Sarmiento) para erigir el monumento al general Garibaldi. El comité había contratado al escultor de la ciudad de Carrara, el profesor Alejandro Biggi, a quien también se le había adjudicado la realización del monumento a la Independencia en la Plaza 25 de Mayo.

Pasados dos años de la inauguración del monumento a la Independencia, a finales de 1885 llegan al puerto de Rosario los cajones conteniendo la imagen de Garibaldi, para ser situados en la plaza donde se estaba construyendo su basamento, espacio que había sido concedido por unanimidad por el Concejo Deliberante el 18 de mayo de 1883. Sin embargo, los trabajos previos al emplazamiento motivaron una serie de manifestaciones hostiles dirigidas por sacerdotes y frailes, muchas de ellas con carácter de motín, solicitando la intervención del gobierno provincial para prohibir el homenaje a un miembro de la masonería frente a la iglesia Santa Rosa enfrentamiento que se resolvió en la primera fase a favor de los sostenedores de la prohibición, llevando al Comité a aceptar la orden emanada desde el Estado provincial, mientras esperaba conseguir el permiso para hacerlo en otro espacio público. La espera duró más de tres de años sin resultados favorables, a pesar de la presión que ejerció la prensa local ante el gobierno provincial y nacional. La oposición al grupo iriondista a cargo del gobierno provincial hizo que varias asociaciones y sociedades "filantrópicas" ofrecieran sus locales para alojar a la estatua, aceptando el Comité el local que estaba construyendo la logia masónica Unión 17. Finalmente, el domingo 22 de junio de 1890, se celebró el acto de inauguración del monumento.

Recién en 1906, el objetivo de los sectores liberales rosarinos se concretó al constituirse un Comité pro traslación monumento a Garibaldi que dispuso la donación del monumento a la municipalidad conforme a los términos de la ordenanza nº 10 del 26 de mayo de 1905 que designaba al Parque de la Independencia "como el paraje público donde se erigirán las estatuas o monumentos conmemorativos de celebridades o glorias mundiales". En esta oportunidad, el pedido fue aceptado por el gobernador Rodolfo Freyre y aprobado por la Legislatura Provincial. De tal manera, el Comité dispuso el programa oficial del acto de reinauguración a celebrase el domingo 10 de junio de 1906.

* Historiador. Pasajes del libro Restauración del monumento a José Garibaldi, en imprenta.