Convertida en subsede del festival en 1995, desde el próximo martes Rosario recibirá a una nueva edición de Divercine, el Festival Internacional creado por el Instituto de Medios Audiovisuales para Niños y Jóvenes de Montevideo. Tomando esta vez como sede a La Isla de los Inventos, el encuentro se desarrollará hasta el sábado 21 de julio, incluyendo una selección de obras de realizadores provenientes de una veintena de países de los cinco continentes.

Lanzado en Uruguay hace ya 16 años, Divercine se ha constituido como un espacio de difusión de obras pensadas específicamente para niños y jóvenes, con la idea de abrir el juego hacia producciones que proponen una búsqueda estética, pero esencialmente ideológica, diferente a la de las industrializadas creaciones norteamericanas. En ese sentido, Ricardo Casas, director de Divercine, expresa en el catálogo de esta nueva edición: "Si un niño sólo conoce la película de Hollywood que llega en julio es como si sólo conociera la hamburguesa, se pierde de disfrutar de otras comidas, tal vez más ricas. Con el cine pasa igual, sin contar con el aspecto intelectual de la comunicación, que también es válido. Seguramente ahí está la diferencia con subproductos que invaden nuestras pantallas, apelando al dios rating, tan poderoso como poco confiable. Ahí está el peligro del llamado `pensamiento único` que, de derecha o izquierda, siempre está presente en nuestras pantallas".

A partir de esa concepción, Divercine reúne trabajos de creadores independientes de todo el mundo. "Nos gusta hacer nuestro aporte, modesto y seguro, a un panorama audiovisual muy comprometido, encorsetado por intereses económicos y políticos, insistiendo en la alternativa de calidad al populismo o al vil comercio de la llamada `industria del entretenimiento`, eso que comprende todo y no comprende nada, un espacio tan poderoso como ajeno", apunta Casas.

De esa manera, la 12º edición de Divercine en Rosario incluirá la muestra sobre Prix Jeunesse (institución que promueve realizaciones para niños y jóvenes en todo el mundo), donde se prestó particular atención a aquellas obras que se realizaron bajo nuevas técnicas y estilos de realización. Asimismo, habrá una muestra especial dedicada a las producciones oriundas de Brasil, que permite un acercamiento a la cultura de ese país, a través de animaciones, documentales y largometrajes.

En tren de muestras, se podrán apreciar además una serie de obras de Vivienne Barry, animadora chilena considerada como una de las mejores del continente, y de quien podrán apreciarse los cortometrajes que realizara sobre canciones y juegos tradicionales, a partir del premio que le otorgara el Consejo Nacional de Televisión de Chile.

Además, cortometrajes como El sueño de Alvaro (del alemán Olivier Rauch), Lapsus (del bonaerense Juan Pablo Zaramella), El pescador de estrellas (de la colombiana Marcela Rincón) o Lupe gusta de Bruno (de los españoles Marc Riba y Anna Solanas) compartirán cartel con largometrajes de Brasil, China, Estonia y Alemania. La entrada general a todas las proyecciones será de dos pesos.