En el expediente judicial que investiga varios de los ataques adjudicados a "El Loco de la Escopeta", surgió una pista con elementos firmes para haberla profundizado. Se trata de un arquitecto de unos 50 años, que vivía en Funes, que reconoció practicar caza mayor y tener un vehículo similar al descripto por dos personas a pocas cuadras del club Provincial frente al cual murió por un disparo de escopeta Florencia Rubino, de 12 años, que viajaba en un coletivo urbano. En el expediente además figura un llamado anónimo que brindó la patente exacta del vehículo que tenía este sospechoso, cuyo identikit -realizado antes de ser demorado- coincide en un 80 por ciento con el rostro del conductor del auto celeste que tenía una escopeta en sus manos, en Sarmiento y 27 de Febrero. Pero ni siquiera fue sometido a rueda de reconocimiento. Así lo relataron a Rosario/12 Adrián Ruiz y José Ferrara, abogados defensores de los dos únicos detenidos en esta causa, Lino y Pepo Bertuzzi, quienes esta semana fueron desincriminados en el segundo de los tres ataques de los que fueron imputados.

"Esta pista se terminó abruptamente cuando había elementos para dar posiblemente con el Loco de la Escopeta", dijo el abogado Ruiz.

-¿Cuál es la pista concreta, es decir los elementos que le daban a esta hipótesis certeza?

-Esta es una elaboración de la defensa de acuerdo a los testimonios que había en el expediente. En principio hay un llamado anónimo realizado el día posterior de la muerte de Florencia Rubino que da una patente: las tres letras y los tres números de quien sería el Loco de la Escopeta. En ese momento no dicen a qué vehículo correspondía, pero luego termina siendo un auto celeste que termina siendo descripto por una gran cantidad de testigos como un posible vehículo desde el cual se pudo haber disparado. Con esa patente se llega hasta la localidad de Funes, y dan con una persona. Nosotros pensamos que este dato se tendría que haber investigado con más enfasis porque ese vehículo también es descripto por una abogada del foro de apellido Orlandi y por una persona que la estaba acompañando de apellido Mojica. Es un vehículo muy similar y que dicen que ven, a solo minutos de que le hubieren dado muerte a la chiquita Rubino, a bordo del cual iba una persona armada con una escopeta o un pistolón de caza. El arma la llevaba sin ocultarla, en forma notoria, y a pocas cuadras del crimen. Este auto lo ven en 27 de Febrero y Sarmiento, minutos después del disparo sobre el colectivo donde muere la chiquita. Hay mucha conexidad entonces entre la muerte de la nena y esta persona decripta. Los dos testigos dicen que ven lo que podría ser un Ford Taunus Ghía color celeste, típico color del modelo que era gris, cremita, o este celeste (tipo metalizado). Con la patente del llamado anómino luego la policía secuestra en Funes un vehículo que es muy parecido al Taunus: este es un Ford Mustang del mismo tono, que visto desde atrás puede fácilmente asemejarse. Allí se comienza a tener sospechas sobre el auto. Ahora bien: ese día la abogada y su acompañante ven el vehciulo sin patente, por lo cual les llama la atención y piensan que quizás fuera de un policía, más aún cuando ven el arma que mostraba a traves de la ventanilla. Volviendo a la escena del crimen, hay hay cuatro o cinco testigos que describen un vehículo celeste, y es más, los testigos que no lo vieron directamente repetían lo que decía la gente "fue el vehículo celeste, fue el vehículo celeste". Según testigos presenciales, el conductor dijo de inmediato "me disparó un automóvil celeste". Después dice estar en medio de una conmoción y dijo no ver nada. Pero no solo eso: hay un testigo que se llama Argarañaz, que dice ver un Fiat Duna celeste, o tal vez azul. Esto es lo que se repite. Con todos estos elementos pensamos que el dato que aporta la abogada era para profundizar. Porque el Taunus y el Mustang son parecidos.

-¿Qué pasa cuando allanan la casa de Funes?

-Allí la pista se trunca porque no encuentran un arma de fuego. Solo encuentran un diario que hacía referencia a la muerte de Rubino. En el interior de la vivienda había mucho desorden y una carpa armada. Sobre este hombre los vecinos relataron que era muy especial, muy temerario.

-Ferrara: Este hombre no tenía actitudes del todo normales, quería llamar constantemente la atención, hacía sonar las alarmas y salía encapuchado corriendo alrededor de la propiedad, conductas no del todo normales. También especulábamos con la idea que si uno comete atentados con armas no las iba a tener en su propiedad, porque es una actitud propia de quien pretende esconderse, o esconder lo que hace. Y creíamos necesario que la misma dureza con la que se los investigó a los Bertuzzi se hubiese aplicado para este otro caso.

-¿Cuál es el perfil de este hombre de Funes?

-Ferrara: Realmente no se lo investigó mucho más allá de que se dedicaba a la caza mayor, sobre la que dijo no practicaba más. Pero si lo compara con los exámenes a los que fueron sometidos los Bertuzzi, que arrojaron un perfil que no es el de un atacante serial, creo que en este caso se podría haber profundizado la investigación sobre este persona. Sobre porqué ingresa al país desde los Estados Unidos, más allá de que es argentino, si es porque tuvo algun problema judicial. Estas son todas especulaciones porque al día de hoy no se sabe siquiera si está o no en el país.

-Ruiz: Esto no pretende ser un juicio de responsabilidad. Lo que decimos es que es una investigación que se inicia y se trunca, y que no debió haber llegado hasta un medio de comunicación para que esto se investigue, porque los que estamos haciendo ahora es exponerlo al tema. No pretendemos estigmatizar a nadie, pero yo no voy a dormir tranquilo pensando si no fue esta persona la que mató a la nena Rubino.

-¿Qué medidas se podrían haber tomado?

-En ese momento llamar a la doctora Orlandi y a su acompañante el señor Mojica, para que reconozcan si este hombre es al que vieron manejando el auto celeste en 27 de Febrero y Sarmiento minutos después del crimen. Entonces hubiese sido importante en el 2003, porque hoy en el 2007 puede perderse la esencia de la prueba. Entonces hubiese sido interesantísimo saber si los dos testigos lo hubiesen reconocido. Tampoco se investigaron los lugares que frecuentaba, porque podría haber tenido armas en otro lugar.

-¿Cómo fue la investigación que terminó con la detención de los hermanos Bertuzzi?

-El momento en que se detiene a los Bertuzzi era el peor momento, cuando se necesitaba un culpable. La forma en que dio la causa esclarecida, le trajo tranquilidad a la población y a la policía. Esto, si coincidimos en que no hubo otro ataque, algo que nos queda la duda, porque un mes después de la detención hubo un ataque con vidrios rotos a una unidad del trole, la K, en Mendoza al 6800, que nunca se esclareció.

-¿Qué policías la llevaron adelante?

-Esta es una investigación que la comienzan dos policías que no estaban asignados a la causa, uno de ellos Claudio Gorosito, por un testimonio de otro policía llamado Aspiroz, quien dice que fueron los Bertuzzi los responsables de un ataque, porque habian visto el camión y los habían descripto en uno de los hechos. La verdad es que todos queríamos un culpable, y ahí entonces descansamos todos. Y lo hubiésemos hecho nosotros también si no hubiésemos leído el expediente. En este punto hay que decir algo: el juez de instrucción Alfredo Ivaldi Artacho hizo una investigación exhaustiva, pero no evaluó bien la prueba. Decimos esto porque es dificil investigar tantas pistas y sacar conclusiones razonables. Nos parece que los Bertuzzi terminan siendo la solución que todos queríamos: uno tiene una afección psiquiátrica que no tiene compatibilidad con un atacante serial y no puede demostrar este grado de violencia planificada, y en el caso del otro de los hermanos, Lino, los informes son claros y no son compatibles con la persona buscada.

-¿Cómo actuó el ahora desplazado comisario Claudio Gorosito?

-Confundió al juez. Ahora está procesado por el juzgado de instrucción 9ª por los hechos de público conocimiento (N.del R : la desaparición de cuatro mil kilos de cobre de la Jefatura, bajo su responsabilidad como jefe de la Brigada de Investigaciones). Todo fue raro, porque Gorosito estaba como uno de los responsables de la seccional 12ª sin jurisdicción en el hecho, y trae a este otro policía con su testimonio. Y lo que dice es que sabiendo que eran los Bertuzzi, no los iba a detener porque esperaba otro ataque. Realmente algo insostenible.

-¿Pudo haber sido más de una persona el Loco de la escopeta?

-No descartamos que haya habido un atacante serial, y otro racional con un móvil, porque el cartucho CBS usado en los ataques se vendió en gran parte a las furezas de seguridad. Y si alguien quiere desprestigiar a las fuerzas de seguridad, o quiere provocar una interna, es más facil que salir a disparar, y comprometer al jefe policial de turno. No lo descartamos sobre todo con los ataques con posta de goma, que no es algo fácil de conseguir. Ahora bien, los CBS son cartuchos vendidos a las fuerzas de seguridad, y los cartuchos que tenían los Bertuzzi en su casa, se determinó que no eran de la misma partida que los usados en los ataques. Y más aún las armas de los Bertuzzi las tenían con tarjeta blanca, de acuerdo a la ley anterior, ya que ahora se necesita la tarjeta verde de legítimo usuario. Pero no son armas de origen ilegal. Las armas que tenían los Bertuzzi no ponían en riesgo a la sociedad.