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Domingo, 23 de abril de 2006

CIUDAD › UN HALLAZGO ALENTADOR EN TERRENOS CERCANOS A LA CALAMITA

Donde se ocultó lo peor del terror

Hallazgos que alientan "la hipótesis de enterramientos clandestinos" llevaron a los encargados de las excavaciones en el ex centro de detención de Granadero Baigorria a solicitar que se preserve una propeiedad aledaña. El punto de partido lo dio el represor Tucu Constanzo.

 Por José Maggi

Los responsables de las excavaciones en el predio que ocupara el centro clandestino de detención conocido como La Calamita, en Granadero Baigorria, solicitaron el juez federal Germán Sutter Schneider que resguarde una propiedad vecina, ampliando el perímetro a analizar, tras un hallazgo alentador concretado en los últimos días. La información se mantiene en secreto pero "alienta la hipótesis de enterramientos clandestinos" en el lugar según confió a Rosario/12 una fuente que conoce el expediente. El dato no aventura el hallazgo de los cuerpos, pero refuerza la hipótesis de su presencia en el pasado reciente. Cabe recordar que el represor Eduardo "Tucu" Constanzo denunció al menos dos hechos de este tipo en su declaración del 14 de febrero último. El nuevo sitio es una propiedad ubicada frente al inmueble original que ocupara el centro de detención -camino de tierra por medio- cuyo casa fue derrumbada en los años `90. Esa propiedad también fue ocupada por el Ejército durante la última dictadura, pertenece a los mismos propietarios que La Calamita -la familia Benzadón- y exhibe a simple vista bóvedas subterráneas de unos dos metros de alto por ocho metros de largo. El lugar ya fue allanado, está custodiado y comenzará a ser analizado cuando se termine de inspeccionar los dos sitios con supuestos enterramientos señalados por Constanzo.

Después de diez jornadas de trabajo de campo, los especialistas obtuvieron un dato alentador que prefieren mantener en reserva. Su experiencia los hace cautos, saben que en este tipo de cuestiones los lugares a veces no se precisan muy bien, por lo cual un pequeño dato obtenido en las primeras jornadas, puede llenar de expectativas a quienes intentan reeditar y conocer el pasado reciente.

Hasta el momento se reviso un solo lugar, el sitio que señaló Constanzo en su declaración: ahora es una cava de dos metros por uno, de un metro ochenta de profundidad. Son los denominados pozos de sondeo. La tarea consiste en ir sistemáticamente haciendo un pozo al lado del otro, analizando todo lo que se encuentra. En este sentido lo que puede dar pautas son las remociones de sedimentos. Esto es que cuando los antropólogos se encuentran con indicios que denotan que en el lugar se produjeron moviemientos de tierra. En ese caso se explora mucho más minuciosamente.

Esta dato tambien alienta a los investigadores, que recuerdan claramente que el predio de La Calamita fue un sitio que fue alterado en varias oportunidades en el transcurso de las últimas tres décadas: fue una bodega, luego una fábrica de cloro, vivió gente en forma permanente en el lugar y hasta se derrumbaron construccciones con maquinaria pesada.

En tanto esta misma semana comenzaran a analizar el segundo sitio señalado por "el Tucumano" en su declaración. De acuerdo al trabajo que se realizó "no se puede descartar nada" confió una fuente del expediente a este diario.

Con esta convicción, los antropólogos le pidieron al juez federal explorar un predio vecino. Era una de las pocas casas que estaba habitada en tiempos en que La Calamita funcionó como centro de detención. Los investigadores pretenden saber exactamente que relación tuvo esta propiedad, ya que pertenece a los mismos dueños: la familia Benzadón.

Para reforzar la sospecha, los especialistas cuentan con relatos de la época que señalan relaciones entre ambas propiedades. "En esa casa también pasaban cosas", según reveló uno de los vecinos de la zona, a los investigadores recordando la época. Sin embargo, antes de bajar a las bóvedas, especialistas de la Facultad de Arquitectura darán su opinión acerca de la conveniencia de descender a trabajar en esa excavación.

Cabe recordar que Eduardo Constanzo tiene 70 años y cumple arresto domiciliario. Esta procesado por gravísimas violaciones a los derechos humanos por su accionar en la Quinta de Funes y la Fabrica Militar de Armas Domingo Matheu. El 14 de febrero declaró ante el juez federal subrogante Germán Sutter Schneider que hay al menos dos cuerpos enterrados en el predio donde funcionara el centro clandestino de detención La Calamita, de Granadero Baigorria. Asegura que uno de ellos "es el soldado Prat" y el restante -al que enterró con sus propias manos- es "Remo, un militante montonero oriundo de San Juan".

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Al fondo y a la izquierda de los automóviles, el terreno donde se encara la investigación. La propiedad también fue ocupada por el Ejército durante la última dictadura.
Imagen: Alberto Gentilcore
 
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