Susana Treviño, abogada de la Asociación Empleados de Comercio, lamenta que el hostigamiento contra las trabajadoras embarazadas sea "habitual, sobre todo en los últimos tiempos, muy acentuado y sangriento desde hace aproximadamente un año y medio". La profesional manifestó que la frase "yo no esperaba esto de vos" al enterarse del embarazo se da "con más habitualidad de lo que se puede pensar". Asegura que en el caso de Mariana, la joven que terminó renunciando después de un período de presión, la empresa Coto incurrió en "coacción y hostigamiento psicológico horizontal y vertical (es decir, de los propios compañeros de la empleada y de los jefes)". Y apunta que toda la presión sobre las trabajadoras se produce cuando están más vulnerables, apenas tuvieron su hijo o cuando todavía están embarazadas. "Una cantidad muy numerosa de mujeres viene a consultar, o porque perdieron el embarazo, o porque debieron tomar licencia debido a la presión que sufrían, o porque fueron obligadas a irse del empleo durante el período de protección", afirma la abogada laboralista.