El atentado es el segundo en 72 horas contra una sede del Partido Socialista de Euskadi (País Vasco) y llegó en la semana en que se iniciaron las sesiones del nuevo Parlamento español, dominado por el partido socialista del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, que prometió adoptar una política de tolerancia cero hacia ETA.

Una llamada anónima en nombre de ETA a la asociación de Ayuda en Carretera (DYA) alertó de la colocación de la bomba, compuesta de 3 kilos de explosivos, 50 minutos antes de la explosión, que se registró alrededor de las 3.30 hora local (22.30 de ayer de la Argentina).

El pasado jueves, en una acción similar, ETA colocó una bomba con 5 kilos de explosivos frente a la Casa del Pueblo (sede socialista) del barrio bilbaíno de La Peña y causó heridas leves a siete policías e importantes daños materiales.

Según informó el Departamento vasco de Interior, el ataque de hoy causó daños importantes en varios edificios de la calle Uransandi, donde se encuentra la sede socialista de Elgoibar, cuya puerta quedó destrozada.

Una vez recibido el aviso, la policía vasca logró desalojar a los vecinos de los inmuebles cercanos, por lo que no hubo heridos. Ante lo que se está convirtiendo en una campaña de intimidación contra los socialistas vascos, el secretario general del partido en Guipúzcoa, Miguel Buen, afirmó que "la amenaza terrorista sobre los socialistas en particular y sobre la sociedad en general "ha arreciado este último mes".

Buen abogó por actuar con "las armas del Estado de Derecho para erradicar la violencia terrorista, según declaraciones radiales. Por su parte, el alcalde de Elgoibar, Alfredo Etcheberria, del Partido Nacionalista Vasco (PNV) condenó hoy rotundamente el ataque, en declaraciones a la radio local Cadena Ser, y aseguró que todos los partidos del ayuntamiento están unidos a la hora de condenar este tipo de actuaciones.

Zapatero, reelecto en los comicios del pasado 9 de marzo, prometió una línea más dura hacia ETA durante el presente mandato, luego de las críticas que recibió de la oposición conservadora por sus intentos de dialogar con ETA en sus primeros cuatro años en el poder.

El rey Juan Carlos llamó a los partidos políticos a unirse para derrotar a ETA, al inaugurar el período de sesiones del nuevo Parlamento surgido de las elecciones.