Cristina Fernández de Kirchner afirmó hoy que "no se le puede mentir todo el tiempo al pueblo, las máscaras se caen" y remarcó su compromiso con la redistribución del ingreso, aunque destacó que esto "no es gratuito".

La Presidenta, al inaugurar el hospital zonal de Malvinas Argentinas, dijo que "muchas veces desde los medios pareciera que nos quieren hacer bajar los brazos y hacernos creer que todo está mal", pero "tengo confianza en la inteligencia del pueblo, que sabe que atrás de esos montajes se esconden intereses económicos profundos".

"No nos doblarán, vamos a ejercer la representación popular, que no se confunda nadie. Es necesario que comprendamos que la construcción democrática exige respeto de la voluntad popular", sostuvo.

Cristina destacó que es la única presidenta constitucional que sucedió a un gobierno exitoso. El resto de los presidentes constitucionales "vinieron luego de grandes tragedias". En 1983, después de la dictadura; en 1989 tras la debacle de la hiperinflación y en 2001 tras la crisis de la convertibilidad.

Al dirigirse a quienes "tuvieron un rentabilidad jamás soñada", dijo que "deben comprender que es el momento de respetar la redistribución", aunque reconoció que "no es gratuito", porque esos sectores "siempre quieren más".

"Yo no viene a calentar un sillón de presidenta, vine a cumplir mi compromiso con el pueblo", enfatizó. Sostuvo que los empresarios "han recuperado sus industrias y miles de productores agropecuarios que tenían los campos al borde del remate hoy producen y exportan".

"Hay miles de argentinos dispuestos a tender la mano solidaria. Vamos a seguir adelante, como siempre", afirmó la Presidenta. "Con ese compromiso los convoco a construir un país mejor", finalizó.

Acompañaron a la presidenta el gobernador bonaerense Daniel Scioli; Jesús Cariglino, intendente de Malvinas Argentinas; el ministro de Planificación, Julio De Vido, y el ministro del Interior, Florencio Randazzo.