Luego de repasar los logros de su gestión, entre los cuales mencionó la sanción de una ley de Educación que estableció que en 2010 el 6 por ciento de PBI se invertirá exclusivamente en la educación; la incorporación de un millón ochocientos mil peronas al sistema jubilatorio; el canje de la deuda externa; la defensa de los derechos humanos, reconoció que “a Cristina le toca una etapa mucho más difícil que la mía, porque yo tuve un vicepresidente que me acompañaba, y ella tiene uno que no sólo vota en contra, sino que le arma listas en contra”.

El titular del PJ, Néstor Kirchner, afirmó que "la mía fue una etapa muy difícil, pero la actual es apasionante porque a Cristina le toca otra mucho más difícil". Más adelante, en alusión a los dirigentes de Unión Pro que en sus últimas intervenciones defendieron las privatizaciones de la década del 90, sostuvo que "por suerte, hace pocas horas revelaron cuáles son sus verdaderos planes: volver a los 90, rematar nuestro patrimonio". Repitió un argumento ya usado en otras oprtunidades y agregó que si se gobierna y se quiere mantener un millón de amigos, "quiere decir que se está traicionando a 50 millones"

"No se puede tener tal grado de mezquindad. No se puede preferir la bandera de un comité a la bandera de la Patria. Cristina debe llevar adelante la redistribución del ingreso. Cada vez que ello se discute, los supuestos economistas serios y politólogos aparecen. Una economía justa también es parte de los derechos humanos", dijo Kirchner. Y se preguntó "qué les pasó a los liberales: ¿se les paró el reloj, se les durmió el corazón?".

Una vez más apeló a la memoria y recordó que en las próximas elecciones se juegan dos modelos de país distintos.