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La jueza fue grabada por una cámara en la playa de infractores ubicada en el cruce de 9 de Julio y Sarmiento mientras insultaba a dos empleadas cuando había ido a retirar su vehículo, que había sido trasladado hasta allí por mal estacionamiento.

El incidente ocurrió el 15 de septiembre pasado y Parrilli, titular del Juzgado Contravencional, Penal y de Faltas 28 de la ciudad, fue denunciada penalmente y ante el Consejo de la Magistratura por el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro.

"Todas morochas, ni una rubia contratan", gritó la jueza a las empleadas, a quienes calificó de "tontitas" y amenazó con encarcelarlas, mientras se jactó de que nunca pagaba las multas.

La jueza está imputada de cometer dos delitos del Código Penal, que fueron transferidos de la órbita de la justicia nacional a la Ciudad de Buenos Aires. El Código establece para las amenazas una pena de seis meses a dos años de prisión y para la discriminación, de un mes a tres años.

Fuentes judiciales informaron que Parrilli, de licencia tras el escándalo, podría evitar el proceso oral si solicita un juicio abreviado en el que reconozca su culpa y acuerde una pena con el fiscal y el juez.

El fiscal dio por concluida la investigación y resolvió la situación procesal elevando a juicio la causa contra la magistrada, luego de que la jueza se presentara espontáneamente el miércoles pasado junto a su abogado en la Fiscalía y dejara por escrito su descargo.

Por otra parte, en el Consejo de la Magistratura esperan para esta semana el descargo de la jueza en la denuncia por mal desempeño en su contra.

La Comisión de Disciplina del Consejo aceptó la semana pasada investigar la conducta de la jueza y le dio cinco días hábiles para que presente su defensa de las imputaciones. Luego, la Comisión integrada por Gabriel Vega, Liliana Blasi y María Teresa del Rosario Moya, continuará el proceso para decidir si avanza en una acusación contra Parrilli o archiva la denuncia.