La policía recurrió a gases lacrimógenos, golpes con bastones y disparos al aire para dispersar a los manifestantes. Los incidentes se produjeron dentro y fuera de la universidad de Teherán, en los alrededores, y en la Plaza Vali Asr.

Dirigentes estudiantiles denunciaron que participaron de la represión las milicias Basiji, en especial dentro de la universidad. Las fuerzas de seguridad iraníes fueron desplegadas en los principales puntos de Teherán, en especial en la céntrica Plaza Haft Tir, luego de advertir que reaccionaría "severamente" contra las manifestaciones que considere "ilegales".

El ministro de Ciencia y Tecnología, Kamran Daneshjoo, exhortó a los estudiantes a ser "sensibles a los intereses nacionales" y a "ayudar a reforzar el régimen de la República Islámica", en un mensaje citado por la agencia estatal ISNA.

En tanto, desde el Parlamento, los conservadores instaron a los dirigentes de la oposición a "poner fin a su obstinación política y evitar ser blanco de la cólera revolucionaria del pueblo", según la misma agencia.