Mediante un escrito de 22 carillas que lleva su firma, con el patrocinio del abogado Federico Figueroa, Zanola insiste en su inocencia y formula graves acusaciones a sus opositores en el gremio, en tanto en otra presentación simultánea reclama la nulidad de la causa.

En un segundo escrito, que firman Figueroa y su colega Armando Murature, se recuerda que "se reprocha a nuestro defendido la comisión del delito de administración fraudulenta en perjuicio del Estado en concurso con el delito de asociación ilícita supuestamente conformada para la comercialización de medicamentos adulterados" entre Droguería San Javier y la Obra Social Bancaria.

"El reproche acumulativo no se encuentra debidamente fundado, pues lo cierto es que no se explican las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que se habría proyectado un programa delictivo independiente de los hechos ejecutados", sostuvieron los letrados, quienes enfatizaron que "el requerimiento fiscal al respecto no reúne las condiciones exigidas" por el Código Procesal.

En esa presentación los abogados efectuaron la defensa técnica "en el otro escrito más amplio Zanola efectuó su descargo personal y político- y también mencionaron la "Inquisición" medieval al sostener que "hace ya tiempo que ha desaparecido" y las "asignaciones de responsabilidades dogmáticas proyectan una clara nulidad del acto que no explicita ni da razones de sus reproches".

"El estado democrático de derecho excluye imputaciones infundadas, correspondiendo fulminar con la sanción de nulidad una denuncia de tal característica" que afecta las garantías constitucionales, afirman Figueroa y Murature.

Los profesionales sostienen que "la descripción de los hechos denunciados permite concluir, sin mayor esfuerzo, que se reprocha la comisión del delito de asociación ilícita sin fundamentar en hechos ciertos su constitución en forma independiente al delito de administración fraudulenta denunciado originariamente".

"El perjuicio que ocasiona la instrumentación procesal de actos absolutamente infundados es de suma gravedad, en tanto prolonga el sometimiento del justiciable a la incertidumbre judicial sin que se le permita el pleno ejercicio de su derecho de defensa y sin que se avizore una pronta terminación de la causa en trámite", añaden.

En la otra presentación, Zanola insiste en "rechazar todas y cada una de las imputaciones formuladas tanto las efectuadas en la declaración indagatoria como las promovidas mediáticamente" y comienza su extenso escrito narrando el historial de la obra social, desde su creación en 1950, pasando por las diversas gestiones y las distintas intervenciones que sufrió.

"Estimo que se ha instrumentado un proceso sin causa legal alguna, recordando que por separado he planteado la nulidad de la denuncia originaria y del requerimiento fiscal”, afirmó el líder de La Bancaria y añadió que la causa "es una grave expresión de una especie de inquisición moderna efectuada" en la que Oyarbide actuó "con informaciones falsas y testimonios interesados de ningún valor".

Finalmente, sostiene que "si bien la actuación judicial ofrece graves reparos, sigo aun confiando en la Justicia y espero, más allá de los juicios mediáticos, de una vez por todas haga verdadera justicia, disponiendo mi inmediata libertad".