"Si esto no se corta de raíz, si no se hace una purificación real, si no se hace una transformación democrática de la policía, como se hizo con las Fuerzas Armadas, corremos riesgos de que no haya una consolidación democrática auténtica", aseguró.

El titular de la Comisión Provincial por la Memoria consideró que el robo ocurrido el 30 de diciembre en el organismo "es un síntoma" de cómo operan grupos vinculados con el terrorismo de Estado de la última dictadura. "Desde el síntoma más significativo que fue la desaparición de Jorge Julio López, se ha demostrado claramente la operatividad de los grupos vinculados a la represión ilegal que buscan nuevas formas de impunidad cuando ven que las sentencias se avecinan", sostuvo.

López desapareció hace 3 años, cuando se dirigía a presenciar los alegatos del juicio que se seguía contra el represor Miguel Etchecolatz, quien, para Cañón, "es el máximo referente de ese espacio que tiene nexos internos con la policía en actividad". El jueves pasado dos delincuentes ingresaron a cara descubierta

a la sede de la Secretaría de Derechos Humanos bonaerense y tras maniatar a la titular, Sara Derotier de Cobacho, le exigieron la entrega de la llave de la caja fuerte, tras lo cual se apoderaron de varios expedientes vinculados al terrorismo de Estado y a delitos donde están implicados efectivos policiales.

"No es casual que las documentaciones principales que tenían era sobre la desaparición de Luciano Arruga, un adolescente que la propia policía quería hacer robar para ellos y que desaparece en enero de 2009 por no acoplarse a este sistema mafioso de la policía bonaerense", remarcó Cañón.