Las explosiones tuvieron lugar ante los hoteles Palestine Meridien, Bayblon-Oberoi y Al Hamra, pese a que se encuentran cerca de la denominada Zona Verde de la capital iraquí y cuentan con especiales medidas de seguridad.

Los ataques fueron perpetrados con mini ómnibus de pasajeros conducidos por suicidas y, en al menos un caso, el hotel Al Hamra, varios hombres abrieron fuego contra los guardias del establecimiento, y cuando éstos corrieron a resguardarse, el conductor del vehículo aceleró en dirección al hotel.

Las fuerzas de seguridad iraquíes habían descubierto hace dos semanas cientos de kilogramos de explosivos en un escondite en Bagdad y arrestaron a 25 personas en una redada masiva, pero no se pensó en un ataque de este tipo.

El último ataque de estas características en Bagdad tuvo lugar el 8 de diciembre, cuando cerca de 120 personas perdieron la vida cuando los insurgentes detonaron cinco bombas junto a edificios oficiales.