Golborne salió al paso de rumores que señalaban que los socorristas llegarían hoy al refugio donde estarían los trabajadores y recordó que siempre destacaron que los trabajos demorarían cerca de una semana. "Habíamos hablado de domingo o lunes. Hoy hablamos más bien de lunes", dijo el secretario de Estado.

El último informe técnico entregado por las autoridades agregó que hay siete máquinas trabajando en la zona, pero una de ellas rompió la cabeza perforadora el viernes justo cuando se acercaba a los 400 metros de profundidad.

Sin embargo, los trabajos más avanzados llegaron a los 523 metros, por lo que para cuidar lo realizado los expertos decidieron cambiar el sistema de perforación a uno de diamantina, ya que "es más preciso", señaló Golborne.

El cambio de maquinaria demorará 24 horas, por lo que los demás equipos de socorristas trabajarán paralelo en el ataque interno de la mina para despejar los ductos de ventilación y las rampas por donde podrían sacar a los mineros. Además, Golborne aclaró que una vez terminados los sondajes el contacto con los mineros no podrá ser inmediato, debido a que "sólo retirar los tubos toma seis u ocho horas".

En preparación para el momento que culminen las perforaciones, los expertos realizaron de manera exitosa las primeras pruebas con las llamadas "palomas", tubos de 1,65 metros de alto y 11 centímetros de diámetro por los que los socorristas enviarán alimento, agua, oxígeno y equipos de comunicación a los trabajadores atrapados en la mina de San José, cuya situación es desconocida hasta el momento.

"Las estructuras operan como una especie de ascensor, que llevará la ayuda básica a los mineros dos o tres veces al día", explicó el ingeniero Miguel Fort, uno de los coordinadores de esta iniciativa, al diario "El Mercurio". Según explicó el profesional, las "palomas" fueron utilizadas de manera exitosa en rescates de mineros previos en países como Australia.

Minutos después de la intervención de Golborne, el presidente Sebastián Piñera llegó al yacimiento para reunirse con los familiares de los mineros y evaluar personalmente las labores de rescate. El mandatario informó que el domingo llegarán al yacimiento dos nuevas máquinas que se sumarán al rescate, provenientes de Estados Unidos y Australia.

"Estos instrumentos de última generación nos van a permitir que la última etapa del sondaje se haga con mucha precisión", agregó. "No todo está en mano de los ingenieros y técnicos, estamos también en las manos de Dios", reiteró el jefe de Estado, invocando una vez más a su religión católica.

Piñera llegó en compañía de su esposa, Cecilia Morel, y de la ministra del Trabajo, Camila Merino, ya que hubo denuncias sobre incumplimiento en las normas laborales de parte de la empresa a cargo de la mina San José.

En ese sentido, la senadora socialista Isabel Allende criticó nuevamente a los dueños de la empresa San Esteban por las eventuales irregularidades en que se desarrollaba la explotación del yacimiento, ubicado a 30 kilómetros de la ciudad norteña de Copiapó.

"La empresa tiene obligaciones impostergables, tiene deudas previsionales y, además de eso, no tenían seguro los trabajadores", dijo Allende en entrevista con radio Cooperativa, recordando que la mina tuvo problemas previos que dejaron a un trabajador con la pierna amputada.