Al presentarse esta mañana ante la Comisión de Educación de la Legislatura metropolitana, para exponer sobre la toma de establecimientos con deficiencias edilicias por parte de sus alumnos, Bullrich dijo que su gestión se está abocando a terminar obras de "ampliaciones, ascensores, gas y calefacción" en los más de 1200 edificios escolares capitalinos. También, explicó los alcances del Plan de Infraestructura Escolar, que se ejecutará con fondos obtenidos por la venta de terrenos en el barrio de Catalinas, operación que contó con el apoyo de los bloques oficialistas y opositores de la Legislatura. "Esos fondos de Catalinas son para obras nuevas. Son 15 edificios nuevos que en gran parte estarán finalizados para 2011", explicó.

El ministro precisó que "este año vamos a tener un presupuesto que es el máximo histórico en los últimos ocho años. En dos años y medio ya hemos invertido un 50 por ciento más de lo que se invirtió en los cuatro años de la gestión anterior". "Cuando llegamos a la gestión había 300 escuelas sin calefacción. Hoy todas tienen algún método, 35 de ellas con caloventores, y tendrán calefacción a gas para 2011", indicó. Ante el requerimiento de algunos legisladores, Bullrich consideró que "la escuela pública la debemos recuperar entre todos", y destacó que "restablecimos el diálogo" para mediar en los conflictos que se suceden desde hace varios días en distintos establecimientos secundarios.

En ese punto, los sindicatos de docentes porteños calificaron de "fascista" la pretensión de identificar por vía judicial a los alumnos que participan de las medidas de fuerza en reclamo por mejoras edilicias. "Los estudiantes no son chavistas, terroristas ni castristas. A las víctimas de 'La noche de los lápices' (adolescentes secuestrados y desaparecidos durante la dictadura) los acusaban de hacer política", advirtió Eduardo López, de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE). En tanto, el secretario general de Ademys, Manuel Gutiérrez, advirtió que pedir el listado de alumnos "nos retrotrae a las peores imágenes de nuestra historia" y lo calificó de "discurso fascismo y de terrorismo de Estado".