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La intervención del FMI como miembro asesor para la elaboración de un nuevo índice de inflación a nivel nacional fue un pedido del gobierno nacional, luego de recibir un crítico informe por parte del Consejo Académico, que fuera integrado por cinco universidades nacionales.

La primera delegación del organismo multilateral llegó al país el 8 de diciembre de 2010, permaneció durante una semana y se reunió con la cúpula del INDEC, técnicos del organismo, y consultoras y economistas privados que cuestionan la actual metodología del ente nacional.

El trabajo del FMI es sólo de carácter técnico, por lo que sus conclusiones o sugerencias no resultan imposiciones a cumplir. Por otro lado, cabe acotar que la confección de un indicador nacional demandará al menos un año de trabajo, con lo cual existe la posibilidad que deba ser aprobado y aplicado por la nueva administración que se elegirá en octubre.

Las estadísticas del INDEC son sometidas a fuertes críticas desde enero de 2007, cuando se modificaron las metodologías de cálculos y fueron desplazados los directores de las áreas más sensibles.

Por otra parte, el acercamiento al FMI también resulta útil para mostrar a la Argentina más proclive a aceptar las reglas internacionales, el Gobierno no acepta la revisión del artículo IV desde 2006, en momentos en que restan los últimos ajustes en la renegociación de la deuda con el Club de Paris.