La propuesta había generado un debate con el vicepresidente Danilo Astori, aunque luego hubo una negociación para introducir algunos ajustes al proyecto. Por ello, Mujica anunció que presentará el proyecto definitivo al Consejo de Ministros en una reunión prevista para el próximo lunes.

"Esa tierra hace diez años podía valer, en términos promedio, 4 mil millones de dólares. Ahora, años después, esa misma tierra vale 16 mil millones", comparó el presidente José Mujica para justificar su propuesta.

Las tierras de uso agropecuario en Uruguay alcanzan aproximadamente las 16 millones de hectáreas. Según estimaciones del gobierno, en los últimos años se dio un proceso de concentración de la propiedad de los campos y actualmente cerca de un tercio están en manos de 1.100 empresarios que explota cada uno más de 2 mil hectáreas.

Mujica propuso aplicar un impuesto a esos productores en proporción a la superficie de campos que posean, con un mínimo de 8 dólares por hectárea y hasta 16. Los 60 millones de dólares anuales que por ello puedan recaudarse, según estimó, se destinará a financiar mejoras en la infraestructura y rutas rurales.

En tanto, la Asociación Rural del Uruguay -equivalente a La Rural Argentina- cuestionó con dureza la idea. "Si se concretaran los trascendidos de estas horas sería un cambio en las políticas que hasta ahora venían siendo estables y predecibles -advirtió José Bonica, presidente de esa entidad-. Este es un cambio de reglas. Y nos afecta a todos. Puede ser un cambio de confianza y marcar un sesgo en materia de inversión."