"Lo único que manifiesta el ministro de Defensa británico es la realidad de lo que significa la ocupación por parte del Reino Unido -dijo Puricelli-. Solo la fuerza sustenta que puedan mantener de rehenes a 2000 malvineros condenándolos al aislamiento y subordinándolos a estar a 14.000 kilómetros de su referencia de conducción política, que es Londres."

Fox había declarado ayer en conferencia de prensa que “los políticos al otro lado del mundo pueden cansarse” con sus reclamos, pero que las Malvinas seguirán como hasta ahora y que Gran Bretaña dispone de aviones de combate y poder naval “si fuera necesario”. Lo que le valió ayer el rechazo de la Cancillería argentina.

El funcionario inglés había rechazado, además, sentarse con la Argentina para tratar la soberanía de las islas -como ya lo impuso las Naciones Unidas- y mencionó los dispositivos de combate que su país tiene en marcha ante un virtual intento de recuperación por la vía armada.

Como respuesta, el ministro argentino indicó que "cuando uno no tiene razones fundadas en el derecho, en la historia y en la geografía, la única razón que le queda por esgrimir la titularidad en las Islas Malvinas es la razón de la fuerza" y agregó que la actitud inglesa "es un desconocimiento al llamamiento de las Naciones Unidas a sentarse a negociar".

Puricelli afirmó: "Creo que la decisión del '82 fue muy poco feliz en el orden de la invasión en las islas, porque realmente en alguna medida le está dando lugar a este discurso tan bárbaro e irracional del Reino Unido". Y recordó que Argentina "abandonó definitivamente cualquier posibilidad de recuperación de Malvinas por la fuerza".